Los acabados son los clásicos en la marca alemana, de máxima calidad. Y en cuanto a la habitabilidad prácticamente no hay pérdida respecto a un Q5 normal. Viste con una carrocería más deportiva que solo refleja esa deportividad en un maletero un poco más pequeño y en una altura al techo en las plazas traseras ligerísimamente menor. En el resto mantiene habitabilidad y confort.