Prácticamente puedes contar con los dedos de una mano los coches con un motor no electrificado que superen los 600 CV. Estos BMW M8 Competition pertenecen a ese selecto grupo de máquinas privilegiadas. Y es que utilizan el motor más potente jamás fabricado por la casa bávara.Es complicado transmitir con palabras su capacidad de aceleración, ayudado por un sistema M xDrive que, en su modo más extremo, es capaz de enviar sus 625 CV exclusivamente al eje trasero. Entonces, mejor que estés en un circuito y que tengas el mismo tacto en tu pie derecho que un neurocirujano en su mano diestra.