A falta de una regulación mucho más específica que concrete los nuevos medios de transporte, surgidos especialmente al amparo de la movilidad personal urbana, se debe considerar, perfectamente aplicable, el actual Reglamento General de Vehículos. En este sentido, el Reglamento recoge varias definiciones que concretan, perfectamente, la catalogación de cada tipo de vehículo.

Así, la bicicleta con pedaleo asistido lleva un motor, pero con potencia no superior a 0,5 KW como ayuda al esfuerzo muscular del conductor, dicho motor deberá detenerse cuando el conductor deja de pedalear o cuando la velocidad supera los 25 km/h.

Por otro lado, nos encontraríamos con los ciclomotores, que serían vehículos con 2 o 3 ruedas provistos de un motor de cilindrada no superior a 50 cc, si es de combustión interna, y con una velocidad máxima no superior a 45 km/h. En el momento que el motor supere los 50 cc o los 45 km/h, el vehículo ya sería considerado motocicleta.Pues bien, todos los vehículos a motor, incluso los ciclomotores, tienen que ser matriculados y tener contratado el seguro obligatorio.

Por el contrario, según ha establecido la DGT, los vehículos de movilidad personal (patines, patinetes o similares), deberán atenerse en su diseño, fabricación y comercialización a los requisitos técnicos establecidos en la legislación vigente en materia de seguridad industrial y de seguridad general de los productos. No serán considerados vehículos a motor y, por tanto, no estarán obligados ni a estar matriculados ni a tener concertado seguro obligatorio.

No obstante, cuando los patinetes eléctricos o similares, en cuanto que su diseño y características técnicas se equiparen a las de un ciclomotor, ya sí estarían obligados a estar matriculados y a tener concertado el seguro obligatorio, ya que, en caso contrario se podrían estar cometiendo varias infracciones, tales como no estar matriculado y no tener el vehículo asegurado.