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Citroën C4 X BlueHDI 130 EAT8. Un leal compañero de viaje

Para diferenciarse del resto no hace falta gastar cantidades ingentes de dinero en desarrollar complejos sistemas tecnológicos. En ocasiones basta con ir a contracorriente, como ha hecho Citroën con el C4 X. En una época en las tradicionales berlinas de cuatro puertas están en desaparición, Citroën se saca de la manga el C4 X, una especie de híbrido entre sedán, coupé y SUV. Y, además, se fabrica en España.

Lo cierto es que, desde el punto de vista estético, el resultado es más que bueno. Es un coche llamativo que, curiosamente, parece más largo de lo que realmente es (mide 4,60 metros), algo debido a un tercer volumen que resalta del resto.

Los 24 centímetros extra sobre el modelo convencional van destinados por completo al maletero, que se convierte en uno de sus grandes atractivos. El volumen, 510 litros, no es exagerado, aunque resultan muy aprovechables, pese a que la boca de carga no es especialmente grande.

Prueba Citroen C4 X

El acceso al habitáculo es un tanto peculiar. Como sucede en el C4, la parte inferior del marco de la puerta está más alto de lo habitual; no representa un problema, salvo que tengas la movilidad reducida. En el interior te recibe un asiento ancho y con un mullido blando, un hecho que llama la atención (para bien) a la mayoría de personas que se suben por primera vez al C4 X.

El interior del C4 X es muy funcional

El salpicadero presenta un concepto bastante minimalista, especialmente en los que se refiere al cuadro de mandos. Se agradecen los mandos físicos para el climatizador, al igual que las accesibles tomas USB (una convencional y otra USB-C). Los asientos son muy cómodos y detrás hay espacio para tres adultos.

Prueba Citroen C4 X salpicadero

La calidad es correcta en lo referente a materiales y buena si nos ceñimos a los sentidos. Me explico: el salpicadero está realizado con plásticos duros, poco agradables a la vista, aunque la calidad percibida es buena. En ello colabora el hecho de que la unidad de pruebas cuenta con el acabado Shine, el más completo, al que se le ha añadido el paquete ‘Hype Black Cuero Negro’ que, por 987 euros, añade tapicería de cuero y asientos delanteros con regulación eléctrica, calefacción y función de masaje.

En general, tiene un enfoque sencillo, con mandos físicos para las funciones principales. Hay dos aspectos mejorables, aunque con una importancia relativa. Uno, el sistema de proyección Head-up Display resulta algo molesto, ya que la información se muestra en una lámina retráctil que quita más visibilidad de la utilidad que aporta. Y segundo, que el mando circular para regular el volumen del audio queda muy lejos, si bien para esta función también hay unos botones en el volante.

Así va el Citroën C4 X: mejor de lo esperado

Sin más dilación, vayamos a ver cómo va el C4 X. Sin duda se trata de un modelo enfocado a ofrecer el máximo confort a sus ocupantes, tarea que realiza a las mil maravillas. No obstante, la unión de una suspensión suave y unos asientos muy mullidos son una mala combinación para personas propensas al mareo.

Prueba Citroen C4 X

Pese a este planteamiento, el C4 X balancea poco, mucho menos de lo esperado. Ni siquiera hay un ostensible cabeceo al frenar con intensidad, algo que sin duda le debemos a sus amortiguadores con topes hidráulicos.

Bien es cierto que no se trata de un coche que incite a una conducción ‘alegre’; más bien, todo lo contrario. La dirección está muy asistida y apenas te conecta con lo que pasa bajo las ruedas delanteras, y el conjunto motor-cambio resulta de lo más sosegado, incluso si seleccionamos el modo ‘deportivo’. Del mismo modo, los frenos tampoco han mostrado una gran mordiente, con una distancia de detención importante a 120 km/h.

Prestaciones correctas y un consumo muy bajo

Con todo, el bloque 1.5 tetracilíndrico ha mejorado las prestaciones oficiales en nuestras mediciones (0,7 segundos menos en el 0-100 km/h), por no hablar de que ha ‘clavado’ el consumo medio (4,8 l/100 km). El gasto de combustible es, sin duda, uno de los mayores reclamos de esta versión, que puede alcanzar una autonomía cercana a 1.000 km practicando una conducción relajada.

Ficha tecnica C4 X

No obstante, para quien no vaya a realizar un kilometraje anual muy elevado, el gasolina 1.2 PureTech de 130 CV es una opción prácticamente igual de válida y, además, cuesta 1.540 euros menos, una diferencia considerable.

Esta versión alimentada por gasóleo te conquista por su bajísimo consumo, que permite alcanzar una autonomía en torno a los 1.000 kilómetros sin preocuparte por realizar una conducción eficiente. Eso sí, al igual que el resto de la gama C4 X, su conducción no resulta demasiado gratificante.