Toyota Motor Corporation ha designado a Masahiro Inoue como nuevo presidente de Daihatsu Motor, en reemplazo de Soichiro Okudaira a partir del 1 de marzo, con el objetivo de restaurar el liderazgo de la marca luego del escándalo de certificación de vehículos en el que se vio envuelta.
Inoue, quien anteriormente se desempeñó como CEO de Toyota en América Latina, liderará un cambio en los puestos principales de Daihatsu, con la supervisión de las operaciones en el extranjero incorporadas a Toyota, según anunció el CEO de Toyota, Koji Sato, el martes. Se espera que una nueva estructura de liderazgo para Daihatsu sea anunciada en abril, agregó Inoue.
El presidente de la compañía japonesa Daihatsu, Sunao Matsubayashi, también renunciará, dejando su posición vacante en un esfuerzo por revitalizar la empresa. «Creemos que esto es necesario para que Daihatsu renazca como la empresa que estaba destinada a ser», afirmó Sato.
Toyota es propietaria de Daihatsu desde el año 2016
El escándalo de la certificación provocó una suspensión de la producción doméstica y la revocación de la certificación de varios modelos, tras una investigación interna y un registro del Gobierno nipón en la sede de Daihatsu.
En un comunicado emitido por la compañía japonesa, Daihatsu expresó sus disculpas a clientes, proveedores, concesionarios y comunidades afectadas por el problema de certificación irregular.
La empresa, propiedad total de Toyota desde 2016, ha sido respaldada por Toyota, que se ha comprometido a intervenir en caso de dificultades financieras.
Daihatsu también anunció su retirada de la Commercial Japan Partnership Technologies Corp (CJPT), una alianza estratégica de fabricación con Toyota y Suzuki Motor Corp.
Daihatsu va a comenzar ya a volver a fabricar los modelos afectados
Se espera que la producción de 10 modelos se reanude el 26 de febrero, según Okudaira, quien presentó un informe al Ministro de Transporte de Japón, Tetsuo Saito, detallando las contramedidas propuestas para evitar futuras irregularidades. Estas incluyen un aumento de personal y tiempo de producción, así como capacitación para mejorar la transparencia.
En enero, una investigación interna descubrió que otra unidad de Toyota, Toyota Industries, había manipulado las cifras de potencia de salida para algunos de sus motores diésel. El presidente del grupo Toyota, Akio Toyoda, subrayó la necesidad de que toda la organización «vuelva a lo básico» para superar estos escándalos.
A pesar de estos desafíos, Toyota aumentó su pronóstico para el año fiscal que termina en marzo, gracias a un año récord impulsado por ventas y una fuerte demanda de automóviles híbridos en todo el mundo.
