La felicidad y comodidad de un viaje se puede ver truncada por las imprevistas tormentas torrenciales y eléctricas, que con demasiada frecuencia se viene produciendo en los últimos años. Estar preparado para la conducción en esta condiciones y tener el coche en perfecto estado, es importante para solventar estas situaciones con éxito.
La desconocida carga electroestática
Especialmente frente a las tormentas eléctricas y sus descargas hay que tener en cuenta las cargas electroestáticas que el vehículo adquiere. La carga eléctrica de este tipo es residual después del impacto y la transmisión a tierra del voltaje que ha recorrido todas y cada una de las partes metálicas y conductoras de electricidad, que el coche tiene, y esto es principalmente la carrocería y sistemas eléctricos.
Habrás observado que en algunas ocasiones recibes una descarga eléctrica, «calambrazo», cuando te bajas del coche tras un trayecto mas o menos largo. Es por que el coche con el rozamiento en el aire se carga electroestáticamente y al parar la residual permanece. Al bajar de él y tocar la puerta para cerrarla, tu eres el elemento conductor eléctrico que deriva la carga hacia la tierra y de ahí el «chispazo».
La mejor opción para evitar esto es descender del vehículo sin perder el contacto con el, por ejemplo el techo, y así apoyar el pie en suelo. Así no se produce el arco voltaico y evitas la descarga brusca de esta residual electricidad.
