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Tesla sufre una ola de robos en Estados Unidos: ¿Qué es los que buscan los cacos?

Los robos de cables de cobre son relativamente comunes y en Tesla lo han aprendido a la fuera. El material, que se encuentra en sus cargadores, es fácil de vender y ofrece buenas ganancias a los ladrones. Así es como un nuevo tipo de delito ha emergido en Estados Unidos y tiene a las estaciones de Superchargers como principales objetivos.

En la «electrolinera» de Oakhurst, California, se produjo un hurto que dejó inoperante una de las estaciones de carga más avanzadas de la región. Los ladrones cortaron todos los cables de carga, utilizando herramientas de gran potencia para superar el grosor de los mismos. De esta manera, dejaron inutiles todos los puestos para los vehículos de la marca de Elon Musk.

Todas las estaciones de Tesla están en peligro

Los cables de carga de Tesla contienen una gran cantidad de cobre, un metal precioso de alta demanda en el mercado negro. Su valor ha aumentado considerablemente en los últimos años, lo que lo convierte en un objetivo atractivo para los ladrones. Lo que sucedió en California se está empezando a repetir en otros estados y preocupa directamente a los directivos de la marca de coches eléctricos.

Este tipo de robo no solo representa un costo significativo para la firma de Elon Musk, sino que también genera un gran inconveniente para los usuarios de vehículos eléctricos. La falta de estaciones de carga disponibles puede desincentivar la adopción de estos automóviles, lo que obstaculiza la transición hacia una movilidad más sostenible. Esto puede llevar a que bajen las ventas de este estilo de coches y ganen lugar, de nuevo, la gama de combustión.

¿Cómo hará Tesla para combatir esto?

¿Cómo hará Tesla para combatir esto?

Tesla está implementando medidas para evitar futuros robos, como la instalación de puntos de carga que ocultan los cables. Sin embargo, aún no existe una solución definitiva para este problema. La carga por inducción podría ser una solución a largo plazo para este problema. Este sistema elimina la necesidad de cables, lo que dificultaría el robo de cobre por parte de los delincuentes.

El problema radica también en que la tecnología de carga por inducción aún se encuentra en desarrollo y no está disponible a gran escala. Lo sucedido en California es un gran llamado de atención tanto para la compañía de Elon Musk, como también para el resto que está yendo hacia el mismo camino. Deberán encontrar una respuesta, aunque sea temporal, a esta ola de hurtos que se avecina.