La borrasca Celia ha traído consigo escenas insólitas en toda España, cubriendo amplias zonas del país con un manto de arena procedente del Sáhara. Esta densa calima arrastra grandes cantidades de partículas en suspensión, y su impacto se hace especialmente evidente en los coches aparcados en la calle. Más allá de la escena inusual, la acumulación de polvo y barro puede causar serios problemas en los vehículos. En este artículo, te explicamos cómo proteger tu coche de la lluvia de barro y los efectos perniciosos de la calima.
1Frente a la lluvia de barro… mira el filtro del aire
El filtro de aire es un componente esencial del coche, encargado de filtrar el aire necesario para la combustión, reteniendo partículas sólidas para evitar que penetren en el motor. Aunque eventos como la borrasca Celia son puntuales, es recomendable revisar el estado del filtro si hace tiempo que no se cambia o si se ha circulado por terrenos polvorientos. Un filtro sucio o dañado puede aumentar el consumo de combustible y provocar averías graves.
Para mantener el buen funcionamiento del vehículo, es aconsejable cambiar el filtro de aire cada 20.000 kilómetros o cada dos años, según las recomendaciones del fabricante. Si el filtro no está muy sucio, se puede prolongar su vida útil limpiándolo con una aspiradora y una pistola de aire comprimido. De esta manera, se asegura una combustión eficiente y se protege el motor de posibles daños.
