La ciudad de Nueva York tiene un nuevo villano y se trata del destructor de coches de lujo. Esta persona fue protagonista de un nuevo accidente protagonizado por un superdeportivo. En esta ocasión, un Gemballa Mirage GT, uno de los 25 ejemplares que existen en el mundo, perdió el control y chocó contra varios vehículos estacionados.
El conductor en cuestión es Benjamin Chen, cofundador del Gold Rush Rally, y ya lleva varios incidentes con este tipo de vehículos, lo que lo ha tranformado en la pesadilla para cualquier amante de los automóviles. En total, ya lleva cinco deportivos chocados o destruidos y parece que seguirá sumando varios modelos a su lista negra.
¿Cómo es el historial del destructor de coches de lujo?
Benjamin Chen ya había sido noticia en el pasado por estrellar un McLaren 12C alquilado durante una edición del Gold Rush Rally. Según su versión, el accidente se produjo por culpa de un camión que se cruzó en su camino, obligándolo a desviarse y chocar. Afortunadamente, nadie resultó herido. En Los Ángeles, también estuvo involucrado en un choque conduciendo uno de los tres Lamborghini Murciélago SV con cambio manual que existen en el mundo.
En otro incidente, el empresario rozó el paragolpes y los bajos de un Mercedes CLK GTR al intentar superar un bordillo al salir de un estacionamiento. Si bien los daños no fueron tan graves como en los casos anteriores, este incidente demuestra la tendencia de Chen a tener accidentes conduciendo vehículos exóticos. Pareciera que no tiene ningún tipo de cuidado por estos vehículos valuados en miles de dólares.
¿Cómo fue el último accidente que protagonizó Benjamin Chen?
En el accidente de Nueva York, Benjamin Chen no solo provocó daños materiales, sino que también puso en riesgo la vida de otras personas. Tras el choque, intentó huir de la escena, colisionando con otros cinco coches más antes de ser detenido por la policía. Los análisis realizados revelaron que conducía bajo los efectos de las drogas lo que empeora mucho más su situación.
Los recurrentes accidentes conduciendo modelos que van desde Mercedes-Benz a McLaren generan preocupación. Su comportamiento temerario y la conducción bajo la influencia de sustancias psicoactivas lo convierten en un peligro para sí mismo y para los demás. Los vehículos de alto rendimiento pueden terminar siendo un arma en mano de personas que no tienen ni un poco de respeto al ponerse atrás del volante.
