Es una realidad que a finales de año el impresionante Rolls-Royce Wraith va a dejar su lugar al extraordinario Rolls-Royce Spectre. Con este nuevo modelo la compañía de Goodwood se adentra en el mundo de la tecnología eléctrica, porque se trata de su primer vehículo ‘0 emisiones’. Pero hay mucho más detrás del reemplazo del Wraith por el Spectre. Y no es otra cosa que el decir adiós a la legendaria tradición de la compañía británica por los coupé con motor V12.
Para despedir por todo lo alto al sensacional Rolls-Royce Wraith la firma de Goodwood ha ideado esta edición especial llamada Black Arrow y que toma como punto de partida la versión Black Badge de este coupé lanzado al mercado allá por el año 2013.
El Thunderbolt inspira para crear estos Rolls-Royce Wraith Black Arrow
Los artesanos del departamento Bespoke se han inspirado en el todopoderoso Thunderbolt que pilotó el capitán George Eyston. Aquella máquina no era otra cosa que una criatura concebida para alcanzar altas velocidades en tierra, de ahí que ese cohete con ruedas pesara 7.000 kilos y utilizara dos motores Rolls-Royce V12 Aero, detalle que le permitió lograr un récord mundial de velocidad alcanzando las 357,497 millas por hora (575,335 km/h) en Bonneville allá por el año 1938.
Curiosamente la compañía de Goodwood no es la primera vez que homenajea a su mítico Thunderbolt, porque en junio de 2021 también creaba la edición especial Landspeed Collection, precisamente ideada sobre la base de su Rolls-Royce Wraith… Aunque también hicieron 25 unidades del Rolls-Royce Dawn de esta edición limitada.
Como todos los Rolls-Royce Wraith, esconden un 6.6 V12 Biturbo
Desafortunadamente este nuevo Rolls-Royce Wraith Black Arrow no esconde el todopoderoso corazón V12 Aero, una criatura con 37.000 centímetros cúbicos y sobrealimentado que proporcionaba más de 2.000 CV de potencia cada uno de ellos. Y es que el último coupé de la casa británica con un motor V12 se conforma con un conocido 6.6 V12 Biturbo capaz de generar 632 CV de potencia y 800 Nm de par motor. Aunque hablamos de un coupé con 5,27 metros de largo y con 2.435 kilos de peso, puede presumir de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y de alcanzar una velocidad máxima limitada a 250 km/h.
Aunque estos Rolls-Royce Wraith Black Arrow no usan el bloque de aquellos Thunderbolt si que adquieren algunos detalles estéticos que lo conectan con su antepasado. Aquel bólido con una carrocería de aluminio pulido era complicado de ver en la lejanía de Bonneville, de manera que Eyston decidió pintar una flecha negra gigante en sus laterales, acompañada de un círculo amarillo. Ambos detalles están presentes en los asientos de este Wraith. Pero también en las inserciones del paragolpes delantero.
Bespoke hace magia en el exterior y en el interior de estos Wraith
Sin embargo el detalle que hace realmente especial a esta edición especial es el grabado presente frente al asiento del acompañante. En dicho grabado se puede ver el despiece de su sensacional corazón V12. Por si no fuera suficiente, todos estos Rolls-Royce Wraith Black Arrow presentan una carrocería debidamente personalizada para la ocasión. Carrocería que varía de color entre el Celebration Silver del frente y el Black Diamond de la zaga, para posterior pulverizar una capa ‘Crystal’ con vidrios microscópicos para realzar el brillo de esta criatura. Y es que los chicos de Goodwood dicen que gracias a este acabado la superficie presenta ‘una textura sutil inspirada en cómo quedó la carrocería del Thunderbolt al rodar por el lago salado de Bonneville’.
Un Starlight Headliner muy especial para los Rolls-Royce Wraith Black Arrow
Los múltiples detalles en el exterior no son los únicos que hacen especial a este Rolls-Royce Wraith Black Arrow, cuyo interior además de contar con un exclusivo tapizado en cuero e infinidad de piezas creadas para la ocasión, también luce un particular Starlight Headliner. Y es que ese inconfundible techo estrellado está adornado con 2.117 estrellas de fibra óptica, mostrando la Vía Láctea y las constelaciones tal y como las hubiera podido ver Eyston en el desierto de Utah el día de septiembre de 1938 cuando batió aquel récord de velocidad.
La compañía de Goodwood no ha desvelado el precio de cada uno de los Rolls-Royce Wraith Black Arrow que va a fabricar de forma totalmente artesanal para despedir a su saga de vehículos coupé con motor V12. Pero si tienes que preguntarlo seguro que no estás entre los doce afortunados clientes que ya han reservado el suyo, mucho antes de que nosotros nos enteráramos de que habían creado esta edición especial y tan limitada.
