Reconozco que en mi vida había escuchado hablar de 11 Ravens, pero tengo que asumir que tras visitar su página Web, esta empresa afincada en California y especializada en fabricar algunos de los muebles más impresionantes que jamás haya visto, me ha encandilado. Y ahora entiendo la razón por la que la firma de Goodwood ha confiado en ellos con los ojos cerrados para diseñar y fabricar esta impresionante mesa de juego a imagen y semejanza de Rolls-Royce.
En realidad no se trata de un modelo específico para la casa británica, sino que esta mesa de juego deriva del modelo Stealth ya ofrecido por 11 Ravens. Ahora bien, los materiales y los acabados han sido especialmente creados para esta versión, de la que tan solo se van a fabricar cinco unidades para todo el mundo.
En una mesa no, pero ¿en qué gastarías 250.000 dólares?
Y si estás pensando en su precio, no sufras, porque ni tú, ni yo, nos la vamos a poder permitir. Y es que personalmente si algún día tengo 250.000 dólares (al cambio son algo así como 231.000 euros) para poderlos gastar libremente, igual tengo otras prioridades en forma de Audi R8, Ferrari Portofino, Bentley Continental GT, Lamborghini Urus… Y no en una mesa de juego.
Pero si en tu garaje no cabe ni un bólido más y esa cuantía económica te quema en el bolsillo veo perfecto que te los gastes en esta mesa fabricada sobre un armazón de aluminio cubierto con paneles negros de Lucite y láminas de oro de 14 quilates. También tiene cristales tallados a mano, iluminación LED y se acompaña de un juego personalizado de bolas y tacos para jugar al billar, además de unas palas cuando te apetezca echar una partida al ping pong, pues esta funcional mesa de juegos es un 3 en 1.
Tanto que cuando no la quieras usar para divertirte en familia, la puedes emplear para que sea tu propia mesa de comedor. Pero te pongas como te pongas, yo prefiero comerme un hamburguesa sentado en mi deportivo de 231.000 euros.
