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Rolls Royce Phantom LWB Sunrise. Con un color hipnotizador

Hacía tiempo que Rolls Royce no nos soprendía con una creación exclusiva de las suyas. Ahora regresa a la actualidad con este singular Rolls Royce Phantom Sunrise, un ejemplar único que como no podía haber sido de otra manera, ha sido desarrollado por su artesanal departamento Bespoke.

Han partido de la base de un Rolls Royce Phantom LWB o lo que es lo mismo, Long Wheelbase; es decir, de batalla alargada, pues estas versiones, unos 86.000 euros más caras que las «convencionales», sorprenden con una longitud total de 6,09 metros y una distancia entre ejes de nada menos que 3.820 milímetros, lo que se traduce en un habitáculo realmente confortable y espacioso en el que desplazarse (los Rolls Royce Phantom «normales» se conforman con 5,84 metros de largo y una distancia entre ejes es de 3.570 milímetros).

Un color que atrapa los rayos de sol

Sin embargo, la singularidad de este Phantom Sunrise la encontramos en la pintura que han utilizado los artesanos de Crewe para enlucir su carrocería. Se trata de un color especial que incorpora unos pigmentos exclusivos que según afirma Rolls Royce, son capaces de atrapar los rayos de sol durante el día y emitir cierta claridad durante la noche para así poder vislumbrar su singular color rosado. Y aunque reconozco que no es mi color predilecto, le sienta bastante bien a este Rolls Royce Phantom.

En su exterior, las llantas también reciben un toque de este mismo color, mientras que los brillantes cromados terminan de enlucir su suntuoso exterior.

El habitáculo de semejante Rolls Royce Phantom Sunrise también se ha trabajado a conciencia. No faltan los elementos tapizados en el mejor cuero, que incluso añade unos ribetes en el color de su carrocería, pero tampoco desentonan las molduras de madera que incluso llegan a su volante. En éstas, Rolls Royce ha plasmado en oro su característico emblema, el «espíritu del éxtasis».