Puede ser una de las imágenes más recurrentes, icónicas y habituales. Un coche no arranca y varias personas lo empujan desde atrás. Es lo primero que nos pide el cuerpo cuando no podemos arrancar, algo casi tentador, podríamos decir. Pero empujar un coche sin batería puede no ser la mejor idea.
La de la batería es una de las averías más comunes, y que probablemente la mayoría hemos experimentado. Una situación tremendamente engorrosa si nos pilla desprevenidos, por ejemplo, en medio de un viaje y además no sabemos cómo reaccionar.
No esperes a que la batería falle para preocuparte de ella
La mayoría de las personas espera a que algo deje de funcionar para acordarse de ello. Pues no te lamentes después, porque si bien es cierto que muchas veces las baterías no avisan de que se están quedando sin carga, esto no llegaría a pasar si se hubiera hecho un mantenimiento adecuado del vehículo pasando revisiones periódicas.
Sin embargo, que se agote la batería no es el mayor de los males que puede sufrir tu coche… Hay algo peor. ¿Sabes eso de que a veces es peor el remedio que la enfermedad? Pues es lo que ocurre si te da por llevar a cabo el método tradicional de empujar el coche para arrancarlo.
