La historia de Pegaso, la emblemática marca española de automóviles, camiones, autobuses y tractores, marca un antes y un después en la industria automovilística de España. Fundada por Wilfredo Ricart bajo la Empresa Nacional de Autocamiones Sociedad Anónima (ENASA), Pegaso surgió en un momento crítico, revitalizando una industria al borde de la desaparición y enfrentándose a gigantes como Enzo Ferrari
Bajo el paraguas de Hispano Suiza, nacionalizada por el Estado español, Pegaso se estableció con el objetivo de producir vehículos de alta calidad. El logo, un caballo inspirado en Pegaso, fue diseñado por el propio Ricart como un guiño desafiante al Cavallino Rampante de Ferrari.
Ricart, con una vasta experiencia en la industria automovilística y aeronáutica, entendía la importancia de crear una marca que no solo ofreciera vehículos funcionales sino que también fuera símbolo de innovación y calidad.
1Los ultimos días de Pegaso
Con la entrada de España en la Comunidad Económica Europea en 1986, Pegaso enfrentó la necesidad de modernizar su gama de vehículos para cumplir con los nuevos estándares europeos. La empresa, que había brillado en décadas anteriores con su enfoque en la calidad y la innovación, ahora se encontraba ante el desafío de competir en un mercado mucho más amplio y exigente.
En 1989, debido a la obsolescencia de su línea y los vetos de la Comisión Europea, la empresa fue vendida a Iveco. Esta venta se realizó a pesar de haber recibido ofertas más altas de Volvo Trucks y la asociación de MAN y Daimler Benz. La adquisición por parte de Iveco significó un cambio importante en la estrategia y operación de Pegaso, integrándola en un grupo más grande y multinacional, pero también representó el fin de una era para la marca tal como la conocían sus seguidores.
