En un escenario donde cada vez se limita más la circulación de los turismos más antiguos, las emisiones de óxido de nitrógeno procederán solo de una pequeña parte del parque automovilístico. Se prevé, que con las importantes restricciones de circulación que ya estarán en vigor a partir de 2025, habrá un colectivo que acapare la mayoría de las emisiones.
Un estudio de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) pone su foco sobre los camiones. Este informe considera que en 2025 los camiones vendidos antes de 2013 serán los responsables del 75% de las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) del transporte pesado en Europa.
¿La Euro 7 puede tener un impacto negativo en la movilidad eléctrica?
Desde ACEA también se muestran recelosos con el impacto negativo que puede tener la normativa Euro 7. En su opinión, una inversión masiva en Euro 7 de los fabricantes desviará una gran cantidad de recursos financieros y de ingeniería hacia el motor de combustión interna, en detrimento de la evolución de la evolución de las tecnologías eléctricas de baterías y pilas de combustible de hidrógeno.
En palabras textuales de ACEA “la renovación de la flota dirigida a la gran cantidad de camiones pesados anteriores a Euro 6 en las carreteras de la UE tendría mayor impacto también en contaminantes como el dióxido de carbono (CO2)».
