Desde su lanzamiento en 2011, el Duster ha sido uno de los emblemas de Dacia a nivel mundial. Su llegada coincidió con el inicio del ‘boom’ de los SUV compactos, iniciado en 2007 por el Nissan Qashqai. Y el Duster llegó con un arma infalible: una relación precio-producto insuperable.
Por aquel entonces hablábamos de un modelo de bajo coste, con unos acabados sencillos aunque robustos, en la línea del resto de productos de la marca en aquella época. En 2018 llegaría la segunda generación, ya con un diseño y una terminación más cuidada y motores más modernos. Dicha entrega, que sigue a la venta, está construida sobre una evolución de la plataforma B0 de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que también se emplea en el Renault Arkana ruso (que, salvo por la estética y el nombre, no tiene nada que ver con el que se vende en España).
Si todo sigue los cauces actuales, deberíamos de conocer la tercera generación del Duster a finales de 2025. No obstante, visto lo avanzado del proyecto, no es descartable que los habituales plazos que, hasta ahora, se han cumplido a rajatabla, se reduzcan de manera considerable y que a lo largo de 2024 se proceda a su presentación.
El nuevo Dacia Duster estará basado en el Bigster
La presentación del Bigster, a principios de 2021, dio mucho que hablar ya que parecía anticipar un modelo por encima del Duster. No en vano, este prototipo se iba hasta los 4,6 metros de longitud, más de 20 centímetros por encima. Y si bien este proyecto sigue adelante, sin fecha definida, lo cierto es que parece que el nuevo Duster va a ser el encargado de estrenar la nueva línea estética.
Este descubrimiento se produjo en abril de este mismo año, durante unas pruebas en territorio español. La marca rumana ha repetido jornada de pruebas, en esta ocasión por carreteras andaluzas, probablemente por la zona de Sierra Nevada. Y entre unas y otras, ha perdido camuflaje en la parte delantera y nos ha permitido ver con claridad los nuevos rasgos.
Uno de los rasgos más llamativos hace referencia a las luces de conducción diurna, que se estiran hacia el interior invadiendo la propia parrilla. De hecho, esta puede observarse casi por completo, a excepción de la zona central donde va ubicado el logotipo de la marca, que en caso del Bigster también estaba iluminado.
Regresando al prototipo, otro de los detalles que aparentemente llegará a producción es el de las manetas traseras integradas en el pilar C, que confiere un aspecto más limpio a la silueta de la carrocería. No menos llamativo es el hecho de que las carcasas de los retrovisores vayan pintadas en una especie de color cobre, muy característico las versiones Extreme de la gama Dacia.
¿El primer Duster electrificado?
Basado en la arquitectura CMF-B ligeramente modificada, el nuevo Duster mantendrá los motores de combustión interna (probablemente, desaparecerá el diésel) y, por primera vez en la historia de este modelo, añadirá al menos una versión híbrida. Muy probablemente se trate del sistema empleado en el Jogger, además de en otros modelos de la Alianza (Mitsubishi Colt, Renault Clio/Captur…). Sobre la posible introducción de una versión híbrida enchufable, no hay que descartar esa posibilidad, aunque es improbable.
La producción del nuevo Duster se llevará a cabo en la planta ubicada en Mioveni, Rumanía, al igual que las anteriores generaciones.