Un equipo compuesto por seis mujeres procedentes de Francia, España, Alemania, Suecia y Reino Unido acaba de llevar a cabo una aventura de una semana de duración en Islandia. Se trata del Proyecto Polaris Outlanding, que pretende demostrar que el uso de vehículos de movilidad Polaris compatible con la ecología. Todo ello en uno de los entornos más privilegiados del mundo: Islandia.
Islandia, paraíso Polaris
Pero esta no fue solo una expedición para mostrar las capacidades de los vehículos Polaris en este entorno hostil; fue una oportunidad para inspirar a otros aventureros a asumir desafíos similares en este tipo de vehículos, brindar una perspectiva única sobre la aventura y cómo lograrla, y alentar a otras motociclistas que están listas para explorar a comenzar a planificar.
Después de varios meses de preparación, el equipo se aventuró en la naturaleza salvaje de Islandia solo con sus vehículos y su equipo de campamento para sostenerse, y todos regresaron con sin contratiempos.
Islandia a golpe buggy
Este viaje único en la vida llevó a los aventureros fuera de la capital, Reykjavik, a través de glaciares, géiseres y piscinas geotérmicas del este hacia los pasos montañosos nevados del norte, antes de regresar al sur a través de campos de lava estériles y largas extensiones de arena negra.
El equipo condujo por más de 1.200 kilómetros casi en su totalidad por carreteras sin asfalto: las velocidades lentas, la colocación cuidadosamente considerada de los neumáticos y la concentración inquebrantable fueron clave para garantizar que las rutas se navegaran de manera segura.
Asistencia de la casa
Acompañando a los ciclistas iban tres vehículos todoterreno Polaris; el Polaris General 1000 Deluxe ABS, el Polaris Ranger 1000 Nordic Pro Edition y el Polaris RZR XP 1000, todos adecuados para diferentes tareas, usos y terrenos, pero todos superando todos los obstáculos naturales que Islandia tuvo que presentar en su camino.
