La primera generación del Serie 6 de BMW se comenzó a producir en el año 1976 y se extendió hasta 1989. Durante este periodo, el vehículo germano tan solo fue fabricado con carrocería coupé y su diseño es uno de los más queridos por los fans de la marca, que ven en este Serie 6 una auténtica joya que expresa lo que era la compañía en aquellos años.
De 1979 a 2015 en la Costa del Sol
Este ejemplar en particular que tenemos entre manos salió de Alemania en 1979 y se transportó en dirección a un cálido y acogedor lugar como primer hogar: Málaga. Allí permaneció muchos años, hasta que el dueño falleció, y fue entonces cuando su mujer se lo quedó en propiedad hasta 2015, cuando fue vendido y restaurado.
El concesionario que actualmente posee el coche, Sportwagen Teiber, lo compró por primera vez en noviembre de 2017, para posteriormente venderlo en abril del año siguiente. Sorprendentemente, el coche ha vuelto a las manos del mismo concesionario para buscar, otra vez, un nuevo hogar. Esto no creo que le resulte muy complicado debido al inmaculado estado en el que se encuentra y a que a sus espaldas solo se le pueden echar 1.645 km.
Bajo el capó, este 633 CSi contaba con un motor de seis cilindros en línea y 3,2 litros que generaba en su momento 197 caballos, ya saben que con el paso del tiempo algunos de estos 'ponis' se van perdiendo.
Tanto el exterior como el interior de este ejemplar están en unas condiciones excelentes, con su pintura sin ningún tipo de signo de la edad, ningún arañazo y ningún elemento cromado en mal estado. En su interior, el cuero azul y los paneles de las puertas en cuero perforado lucen como el primer día, así como todos los demás elementos que pueblan el habitáculo. Además de esta condición magnífica de mantenimiento, el coche incluye el kit de llaves original con todas las piezas en perfecto estado, los libros de revisiones y un manual de 100 páginas que detalla la originalidad y los datos más interesantes del vehículo.
Ahora bien, toda esta ensalada de buenos datos y alegrías se acompaña de una vinagreta que no todo el mundo podrá digerir, ya que el precio por el que se están dispuestos a que cambie de manos es de nada menos que 97.000 euros.
