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Cupra Ateca. Volamos con sus 300 CV

Llevamos meses hablando del nacimiento de Cupra como marca independiente de Seat. Y hasta incluso hemos conducido su primer modelo, el Ateca. Ahora hemos acudido a su presentación dinámica oficial en la que, además de repetir la experiencia al volante, incluso en un 'tramo cerrado' al tráfico, hemos conocido más detalles de los planes futuros de la marca española.

En primer lugar, el protagonista. El Cupra Ateca cuesta 44.900 euros, precio al que se le puede aplicar descuentos de hasta 3.500 euros si incluimos la financiación. Y con esa tarifa disfrutaremos de un motor 2.0 TSI con 300 CV, cambio DSG de siete velocidades y la tracción total 4Drive, además de un equipamiento tremendamente generoso y detalles específicos deportivos. La idea pasa por situar a Cupra entre el segmento generalista y los modelos premium con argumentos como la originalidad, la sofisticación y, por supuesto, las prestaciones.

Un equipamiento demoledor

Cuando nos acomodamos en el vehículo hacemos un balance de lo que nos ofrece de serie. Y destacamos un control dinámico del chasis (DCC), el asistente Drive Profile con el modo añadido Cupra, frenada de emergencia con detector de peatones Front Assist y control de crucero adaptativo ACC, asistente de atascos Traffic Jam Assist, reconocimiento de señales de tráfico, asistente de cambio de carril, detector del ángulo muerto y de fatiga del conductor, frenado automático postcolisión, alerta de tráfico cruzado en la zaga, faros Full Led, control de descensos, asistente de arranque en rampa, cuadro de mandos Digital Conckpit de 10,25 pulgadas, Full Link y sistema de navegación Plus con pantalla táctil de 8 pulgadas, portón eléctrico con función manos libres, cámara 360º, asistente de aparcamiento automático Park Assist, climatizador bizona, freno de estacionamiento eléctrico, llantas de aleación de 19 pulgadas, cargador inalámbrico… No está nada mal.

También se ofrece una suculenta carta de opciones, en la que destacaríamos elementos deportivos, como unos asientos tipo Bucket en Alcántara, eléctricos y calefactados, o un sistema de frenos Brembo.

Comienza el juego. Nos ponemos en marcha y activamos el modo Confort en el Drive Profile para circular por las calles de Barcelona. No notaremos diferencias con respecto a un SUV sin tanta 'caballería' porque resulta agradable y confortable. Lo mismo ocurre por autopista, donde el desarrollo de la séptima velocidad es algo más largo de lo habitual para calmar un tanto la sed.

Dinámica de carreras

Pero no tenemos un Cupra Ateca para desplazarnos simplemente. Este vehículo pide 'marcha' y comenzamos a calentarnos en un tramo virado. Ya hemos activado el modo Sport y comprobamos que todo va más 'duro' y rápido, incluido la suspensión y la dirección. Los balanceos de la carrocería están más controlados y el trabajo de la tracción total otorga una confianza extra, tras analizar la velocidad de cada rueda y el estilo de conducción para jugar con la motricidad en cada momento.

Y llega el climax con la sorpresa de un tramo cerrado. Son apenas cuatro kilómetros de recorrido donde podemos correr sin miedo a otros vehículos o a los radares. En esta ocasión apostamos por el modo Cupra y dejamos el control de estabilidad ESC en modo deportivo (también se puede descativar por completo, pero comenzaba a chispear…). Modo Sport en el selector del cambio, pisamos el freno y el acelerador a fondo a la vez, se activa la función Launch Control y sale como un cohete. El 0 a 100 km/h lo cubre en 5,2 segundos (la primera es muy corta), pero el trazado no da para alcanzar los 247 km/h de velocidad punta que alcanza el vehículo.

En su estado natural sorprende lo bien que va cuando se le exige. La dirección es muy directa, los balanceos y cabeceos al acelerar o frenar prácticamente desaparecen y aunque el cambio protege el motor, desde la levas se gestionan los 300 CV y los 40,8 mkg de par máximo (entre 2.000 y 5.200 rpm) perfectamente. El paso por curva sorprende por su rapidez y eficacia, más cuando sabemos que nuestro protagonista es apenas 10 milímetros más bajo que el Ateca FR y que con respecto a éste los cambios son sutiles a nivel de tarado de suspensión y la modificación de la estabilizadora trasera. El resto, como los mapas de la dirección o del cambio, permancen tal cual. También importantes son los frenos Brembo, que aumentan la capacidad y eficacia gracias a unos discos delanteros sobredimensionados (370 milímetros en lugar de 340).

El Drive Profile también nos ofrece la posibilidad de apostar por un modo Individual, otro nieve y un último Offroad. El primero nos permite regular diferentes parámetros al gusto, y de los dos últimos no tuvimos ocasión de probarlos en sus hábitat naturales. Y una cosa a destacar: el sonido del motor que mana por la doble salida trasera en el modo Cupra es natural, sin interferencias electrónicas de por medio.

Los Cupra 'puros', en 2021

El Ateca es el primer modelo de Cupra como marca. En 2019 llegará un León Cupra ST y, casi con total seguridad, un derivado de este Ateca que conducimos. Ya en 2020 se lanzará el nuevo Cupra León, Cupra León ST y un Cupra CUV con una novedosa carrocería coupé. En total serán siete modelos, todos ellos basados en modelos Seat, por lo tanto se respetarán los nombres. A partir de 2021 Cupra ya comenzará a desarrollar vehículos propios, al margen de la matriz, y contará ya con modelos híbridos enchufables, eléctricos y no se descartan variantes con GNC.

Cupra ya cuenta con su propia sede en Martorell y para el primer trimestre de 2019 dispondrá de 277 concesionarios, 107 de ellos en Alemania, su principal mercado. Junto a España, Reino Unido, Suiza y Francia supondrá el 80 por ciento de las ventas de Cupra.

Por último, destacar que la nueva marca española también protagonizará eventos y actividades propias, además de colecciones exclusivas de estilo de vida.