Casi cuatro años después de ver la luz, la quinta entrega del Subaru Forester se pone al día para afrontar la segunda parte de su vida comercial. Eso sí, no se trata de una gran renovación, más bien hablamos de una ligera actualización que afecta, sobre todo, al diseño exterior, especialmente a la parte frontal, donde estrena faros de led, luces antiniebla con la misma tecnología, una parrilla hexagonal pintada completamente en negro, protecciones inferiores más robustas y un nuevo paragolpes con el que la longitud total del coche crece 15 mm, hasta los 4,64 metros; mantiene los 1,81 metros de largo y 1,73 metros de alto.
Por su parte, la zaga mantiene el aspecto del modelo anterior, pero incorpora nuevas protecciones inferiores, en línea con la parte delantera, mientras que la paleta de colores exteriores se amplía con tres tonos: Autumm Green Metallic, Brilliant Bronze Metallic y Cascade Green Silica, los dos primeros ya vistos en el catálogo de colores del Subaru Outback.
Misma fórmula
En el interior, los únicos cambios que se introducen en el Forester 2022 tienen que ver con el equipamiento, puesto que su diseño es idéntico y sigue ofreciéndose con los mismos tapizados, entre los que figuran dos en cuero Nappa. La dotación de serie, por tanto, se completa con un nuevo retrovisor central antideslumbramiento, luces led en todo el habitáculo, más punos de anclaje en el maletero y lo más destacado: una función de control gestual para subir o bajar la temperatura dentro de la cabina, abriendo (la temperatura sube dos grados) o cerrando el puño (la temperatura disminuye dos grados) delante de la consola central.
Por lo demas, sigue contando con dos pantallas centrales, una de 4,2″ a color en la que se muestra la información del ordenador de a bordo, el sistema multimedia, el control de crucero adaptativo o los datos todoterreno, y otra táctil de 8″ que sirve para gestionar el equipo de infoentretenimiento, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, todavía a través de cable, aunque Subaru podría haber aprovechado la oportunidad de esta actualización para incorporar compatibilidad con el smartphone de forma inalámbrica.
En lo que no defrauda es en el apartado de seguridad. El Forester 2019 fue galardonado por su nivel de seguridad por diferentes organismos y obtuvo, por supuesto, cinco estrellas EuroNCAP, y ahora sigue ofreciendo el mismo arsenal de sistemas de asistencia a la conducción, todos ellos englobados en el sistema EyeSight de última generación, que incluye el citado control de crucero adaptativo, función de aviso de avance del coche delantero, control de permanencia en el carril y función de seguimiento del vehículo delantero o control de dirección en caso de emergencia.
Híbrido, sí o sí
A nivel técnico, apuesta por la configuración que ya conocíamos del Subaru Forester 2019, en la que el motor e-Boxer híbrido de gasolina es el protagonista, siempre asociado a una transmisión automática Lineartronic de tipo CVT con siete marchas prefijadas y al sistema de tracción total permanente Symmetrical All-Wheel Drive de Subaru.
El bloque atmosférico de 2.0 litros y cuatro cilindros desarrolla 150 CV y cuenta con la ayuda de un pequeño motor eléctrico que interviene en los momentos de mayor demanda de potencia, como por ejemplo en un adelantamiento, así como al iniciar la marcha con el objetivo de reducir el consumo de combustible. En la práctica, la asistencia eléctrica contribuye a incrementar el confort de marcha porque permite rodar en silencio al arrancar y proporciona un pequeño extra de empuje, si bien las prestaciones del Forester siguen siendo más bien discretas (necesita casi 12 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h), en buena medida por culpa del cambio automático, más efocado a proporcionar suavidad que al rendimiento.
El otro punto débil del todocamino japonés sigue siendo el consumo, como comprobamos en una breve toma de contacto en la que pudimos conocer el nuevo modelo. Lo normal es que el gasto medio se sitúe entre los 8 y los 8,5 l/100 km, una cifra que se antoja elevada para un híbrido de 150 CV, aunque también hay que tener en cuenta que es un vehículo grande, espacioso por dentro y con un sistema de tracción total que, junto a las buenas cotas todoterreno de la carrocería, le permite desenvolverse mucho mejor que sus rivales fuera del asfalto y en condiciones adversas, como la nieve e incluso la lluvia.
También han mejorado las cotas de la carrocería, que ofrece una altura libre al suelo de 220 mm, un ángulo de ataque de 21,4º (1,3º más que antes), un ángulo de salida de 21º y un ángulo ventral de 25,8º. Por su parte, la capacidad de remolque es de 1.870 kg.
En este sentido, también es clave el X-Mode, con dos modos de conducción específicos para circular por el campo. Este programa también se actualizado para funcionar a velocidades de hasta 40 km/h y tener una mayor sincronización con el control de descensos; ambos se desactivan automáticamente al pasar esa velocidad y vuelven a conectarse, también automáticamente, por debajo de los 35 km/h, mientras que antes había que hacer este proceso de forma manual.
Tres acabados
En cuanto al precio, está disponible desde 35.400 euros con el acabado Sport Plus y por encima se ofrecen otros dos niveles de terminación, el Executive, que arranca en 37.900 euros, y el Executive Plus, que tiene una tarifa de partida de 39.900 euros.
