La tracción total es un plus en seguridad y eficacia, de eso no hay duda. Muchos son los sistemas conocidos, como quattro en Audi, xDrive en BMW, 4Matic en Mercedes… pero hay uno que destaca por su particularidad. Se trata de la tracción Symmetrical All Wheel Drive de Subaru.
El fabricante japonés incoporó la tracción total en 1972 y desde entonces ha vendido 15 millones de unidades, convirtiéndose en el primer productor mundial con esta tecnología. De hecho, en su gama sólo el deportivo BRZ se escapa a esta máxima.
Reparto de tracción siempre entre ejes
La ventaja de la tracción total simétrica de Subaru es que reparte la tracción entre ambos ejes de manera solidaria siempre, frente a otras tecnologías que lo hacen en función de las necesidades. Un dato: un embrague Haldex reacciona en sólo 300 milisegundos para transferir par de un eje a otro. Es todo un récord, pero a 120 km/h se recorren 10 metros antes de que sea totalmente efectivo.
Viajamos hasta Noruega para probar la actual gama 4×4 de Subaru. No todos los modelos incorporan el mismo sistema de tracción total. Con el cambio manual el reparto es 50/50, pero con la caja Lineartronic con variador continuo la proporción de partida es 60/40, aunque un embrague multidisco permite llegar hasta el 50/50.
Esta última asociación la probamos sobre carreteras y pistas totalmente heladas, así como en un sinuoso circuito sobre hielo construido para la ocasión. Con neumáticos de invierno como única ayuda, tanto el Levorg como el XV nos sorprendieron por su eficacia y rapidez de respuesta.
También pudimos comprobar el trabajo del sistema X-MODE que portan exclusivamente el Outback y el Forester. Esta tecnología actúa sobre el motor, el cambio, la tracción y los frenos para superar retos off road de mayor calado (también incorpora un control de descensos).
WRX STI: 300 CV bajo control
Y para el final, la guinda. El WRX STI reparte sus 300 CV con el sistema Multi-Mode DCCD, que se apoya en un diferencial mecánico delante y otro Torsen detrás al 41/59, aunque el conductor puede controlar el reparto manualmente. Su excelente dinámica, como el resto de la gama, se apoya igualmente en los motores boxer y en la perfecta simetría del chasis.