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Toyota Fine Comfort Ride. Hidrógeno para un 'sedán' muy especial

A la vista de su carrocería de 4,83 metros con perfil monovolumen, pocos pensarán que el Fine Comfort Ride es un sedán. Pero Toyota cree que ese tipo de vehículos de lujo evolucionará mucho en el futuro, tanto en la forma como en la parte mecánica, donde la firma japonesa apuesta por el hidrógeno como energía alternativa. Acabamos de verlo en el Motor Show de Tokio y sus características le convierten en un modelo realmente sorprendente.

En un sedán de lujo el público espera encontrar un interior cautivador y cómodo, pero Toyota estima que las posibilidades de ofrecer un habitáculo verdaderamente placentero aumentan si el vehículo adopta una forma más habitable y configurable. Eso, al menos, es lo que transmite el Fine-Comfort Ride, un 'concept car' de 4,83 metros de longitud, 1,95 de anchura y 1,65 de altura que se sirve de su enorme distancia entre ejes, 3,45 metros, para ofrecer seis enormes plazas, todas asistidas por su propio sistema de ayuda individualizada, que elige la mejor disposición de las butacas en cada caso para optimizar la comodidad o el aprovechamiento del espacio.

El motor, una evolución del Toyota Mirai

Pero el Fine-Comfort Ride, destinado a proponer ideas de futuro, resulta revolucionario también por su mecánica, que lleva al extremo las posibilidades de la pila de combustible. De hecho, emplea una versión evolucionada de la FC Stack utilizada en el Toyota Mirai, ya que los ingenieros han logrado un 10 por ciento más de eficiencia, de modo que los 6 kilos de hidrógeno almacenados en el tanque (también en esto hay progreso, pues se emplea un depósito que pequeño diámetro que recorre longitudinalmente bajo el suelo toda la distancia entre ejes) permiten una autonomía entre recargas de 1.000 kilómetros.

Y hablamos de un proceso de repostaje que, en función del tipo de estación o la temperatura exterior, llevará sólo entre tres y cinco minutos. Además, la energía generada por la pila de hidrógeno hace funcionar los cuatro motores 'In-Wheel', pues cada rueda cuenta con su propio propulsor eléctrico y, por tanto, nos beneficiamos de una muy ecológica tracción total y, según Toyota, de un silencio de marcha absoluto.