Siendo muy importante, como hemos analizado en comentarios anteriores, la revisión del estado de las ruedas en cuanto a su estructura, la presión correcta de estas no lo es menos. Una presión idónea hará que el coche funcione perfectamente, en adherencia y consumo, y evitará un desgaste incorrecto de los neumáticos, a la vez que no afectara a la seguridad en la conducción.
¿Y de qué forma las ruedas pierden este aire?
Los procesos y/o motivos, por los que el aire de las ruedas se pierde y no obedecen a un pinchazo normal son varios y te los contamos a continuación:
Por el fenómeno de ósmosis: La propia composición de los neumáticos en sus materiales presentan la permeabilidad suficiente, que actúan como filtro, para que dependiendo de la temperatura, las moléculas del aire viajen hacia fuera de la rueda.
Por el aumento circunstancial de la presión: Para entender este fenómeno basta con que sigas este ejercicio. Infla tus carrillos manteniendo la presión de aire. Y ahora presiona sobre ellos con los dedos índices de las manos de forma intermitente. Notarás que el aire se precipita hacia el exterior, conforme presionas las mejillas. Eso es lo que ocurre cuando subes a un bordillo o traspasas las bandas de retención trasversales de la calzada, son golpes en la conducción.
