Afortunadamente a día de hoy prácticamente todos los coches que circulan por la calle tienen aire acondicionado o climatizador automático. Gracias a esto ya no circulamos con la ventanilla bajada habitualmente.
Las razones negativas
Las razones negativas son mucho más abundantes y sencillas de encontrar, empezaremos por las menos importantes:
Molestias en los oídos
La diferencia de presión y el aire exterior provocan esa desagradable sensación de oídos taponados que llegan incluso a doler a aquellas personas que puedan tener algún problema en los mismos.
Aerodinámicos
Lógicamente con la ventanilla bajada el coche pierde por completo su aerodinámica. El problema inmediato de esto son ruidos y turbulencias muy molestos en el interior del coche. Resulta casi imposible circular a 120 kilómetros/hora con una ventanilla bajada.
Además al romper la aerodinámica el consumo puede dispararse. Incluso por encima de un 10 %. Un verdadero disparate en cualquier viaje, tanto por comodidad como por gasto.