El peso de los países con mayor presencia del sector de la automoción en su tejido industrial han conseguido suavizar los planes de la Comisión Europea revisando a la baja la desviación de los limites previstos y alargando hasta 2021 la entrada en vigor de las pruebas en carretera, que empezarán a hacerse el próximo enero pero no serán vinculantes hasta la fecha pactada.
Mayor desviación
Hasta entonces, y a partir de 2019, los fabricantes tendrán un plazo de adaptación de dos años, durante el que los vehículos diesel podrán doblar en los controles de carretera los 80 miligramos de emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) establecidos. El acuerdo amplia el limite de la desviación a los 120 miligramos, que suponen un 50% más que en la actualidad y muy por encima del 20% que proponía la comisión.
Para los dos años anteriores el acuerdo contempla fijar el limite de emisiones en 168 miligramos a partir de septiembre de 2017, lo que coloca la desviación en el 110% sobre la normativa actual y esta muy por encima del 60% que pretendía Bruselas.
