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La ‘locura’ de Red Bull que ha permitido la vuelta de Ford a la F1

“Alguna gente piensa que estamos locos, pero el proyecto tiene sentido para nosotros por muchas razones”. Cuando Red Bull anunció su decisión de convertirse en fabricante de motores, muchos pusieron los ojos en el cielo. A fin de cuentas, se trata de un fabricante de bebidas que entraba en la liga de los grandes fabricantes automovilísticos. Mercedes suministra a cuatro equipos, con sus propias unidades híbridas. Ferrari, a tres. Honda equipa a dos hasta 2025. Red Bull ha cometido otra de sus grandes ‘locuras’, pero ya todo se puede esperar de quien es capaz de lanzar un paracaidista a la Tierra desde el espacio.


Precisamente esta ‘locura’ ha permitido a Ford regresar a la Fórmula 1 tras dos décadas de ausencia. El gigante americano huyó de la disciplina en 2004 como alma que persigue al diablo tras su fracaso con Jaguar. Paradójicamente, Red Bull se va a convertir en el primer fabricante de motores privado desde los tiempos de Cosworth, la marca que dio fama a Ford cuando el gigante americano asoció al fabricante de motores británicos que tantos éxitos le dio en la Fórmula 1. 155 victorias con el mítico DFV atmosférico, y el ultimo título mundial con Michael Schumacher y Benetton en 1994.

Red Bull: de fabricar bebidas energéticas a motores de F1

2023 ford red bull f1 2 Motor16


Red Bull Powertrains representa la materialización de esa ‘locura’, pero también una clara visión estratégica para el futuro del equipo de Fórmula 1. Con Ford, un fabricante de bebidas compartirá sinergias técnicas en materia de electrificación para los nuevos motores de 2026. Sobre todo, explotará los enormes réditos comerciales que proporciona la plataforma de un equipo ganador y, desde luego, audaz.


Actualmente, Red Bull y AlphaTauri siguen dependiendo de los motores de Honda, y a así será hasta 2025. Pero sin la condición de suministrador oficial como hasta hace dos años. El fabricante japonés se retiró oficialmente en 2021, anunciando un año antes ese adiós para sorpresa del propio. El año pasado, los logotipos de Honda volvieron a los monoplazas del fabricante de bebidas. Incluso hubo conversaciones para su continuidad a partir de 2026, ahora a través de Red Bull Powertrains. No hubo acuerdo. En parte, Honda es responsable de que el fabricante de bebidas se lanzara al ruedo de la motorización. Pero no el único.

Red Bull ya no dependerá de un fabricante de motores

2023 Red Bull motor Honda. Imagen.

Desde 2014, Red Bull experimentó la fragilidad de su condición de equipo cliente, o uno más para un fabricante de motores que cuenta con su equipo oficial, como Mercedes o Ferrari. El equipo quedó a merced de la implicación de Renault con las unidades de potencia híbridas, de pésima fiabilidad durante los primeros años. Horner recordaba sus entrevistas con Carlos Ghosn, el anterior presidente, cuando le pedía sin éxito mayor implicación financiera y técnica para hacer frente a Mercedes. Incluso Red Bull estuvo a punto de perder a un desmotivado Adrian Newey. Toto Wolff también frustró los intentos de Red Bull por conseguir un motor alemán. Dietrich Mateschitz, Marko y Horner comprendieron su vulnerabilidad.


En 2019, Red Bull decidió soltar dos lastres: por un lado, el de Renault. Por otro, el de depender de un fabricante de motores con su propio equipo en la Fórmula 1. Restaba la excepción de Honda, a punto de dejar la Fórmula 1 tras su decepcionante periplo con McLaren. Red Bull encontró su tabla de salvación con el fabricante japonés. Llegaron los títulos por primera vez desde 2013. Pero un gran consorcio automovilístico tiene sus propias prioridades y el consejo de administración de Honda decidió concentrarse en la electrificación de sus gamas. Red Bull se encontró nuevamente ante el vacío. Se exigía una estrategia radicalmente diferente si quería mantener el control de su propio destino.

En 2004 nación Red Bull Powertrains

2023 Red Bull Powertrains. Imagen logo.


La única opción era en un terreno de complejidad mayúscula. ¿Fabricar motores? ¿Una marca de bebidas? Red Bull había afrontado numerosos desafíos desde que llegó a la Fórmula 1, pero este era de naturaleza radicalmente distinta, el mayor desafío desde que adquirieron Jaguar a Ford en 2004. Así nació Red Bull Powertrains, una compañía nueva, pero radicada junto a la sede del equipo en Milton Keynes. Con Ferrari, es ahora el único equipo que en sus instalaciones acoge la fabrica de motores y de chasis. Ni Mercedes o Alpine pueden presumir de lo mismo, con la gran diferencia de que Red Bull no es un gran fabricante del automóvil.


Gracias a su músculo financiero, en 48 meses se completaron desde cero sus nuevas instalaciones. Primero, con el objetivo de suplir a sus equipos, pero con potencial para suministrar a dos equipos cliente más. El objetivo es crear las unidades de potencia de 2026, bajo un nuevo reglamento que obvia algunas de las más complejas soluciones eléctricas de la actual generación y, por tanto, más sostenible, pero también más accesible económicamente para un fabricante privado.

Red Bull y Mercedes casi llegan a las manos en 2021

Hamilton 8 Motor16

En marzo de 2021, Red Bull lanzó sus tentáculos hacia Brixworth, la sede de Mercedes HPP, y captó a parte de la cúpula técnica de la división de motores del fabricante alemán. La tensión se disparó entre Wolff y Horner. El austríaco revelaba que Red Bull había lanzado una oferta a la totalidad de su plantilla. Cuando en mayo de 2022 se ponía en funcionamiento la sede de Red Bull Powertrains, numerosos técnicos de Mercedes y algunos de Honda ya estaban trabajando en el propulsor de 2026. Horner reconoció a mediados del año pasado que su nueva división de motores tenía en los dinos de pruebas el prototipo de un cilindro del motor de combustión.


«Somos independientes, es la forma en la que siempre hemos operado en términos de flexibilidad y capacidad de movernos con rapidez y eficiencia. Creo que eso forma parte del ADN de lo que es Red Bull» proclamaba Christian Horner como declaración de principios cuando justificaba el fracaso de su hipotético proyecto con Porsche en la Fórmula 1. Red Bull podía permitirse semejante posición gracias a esa ‘locura’ de convertirse en fabricante de motores. Porsche pretendía controlar el equipo accionarial y técnicamente. Honda tampoco resultaba imprescindible a partir de 2026. Hoy, un fabricante de bebidas ha sido capaz negociar en sus propios términos con un gran conglomerado automovilístico como el de Ford. “Así es como controlamos nuestro propio destino”.