Cinco Ferrari Purosangue han decidido lanzarse a un recorrido de 3.000 km por las carreteras y caminos de Nueva Zelanda en la última incorporación a una tradición de Grand Tour organizados por Ferrari en las últimas tres décadas, durante las cuales los modelos del Cavallino Rampante se han enfrentado a desafiantes y espectaculares carreteras de todo el mundo.
Y ahora le tocaba al primer crossover creado por la firma del Cavallino, que ha demostrado su estilo inimitable, rendimiento y versatilidad en una exigente ruta desde Auckland hasta Milford Sound. El Ferrari New Zealand Grand Tour, embarcó al equipo de la marca italiana en un viaje de redescubrimiento de las espectaculares islas del Hemisferio Sur entre finales de noviembre y principios de diciembre. Un viaje que acaba de llegar a su fin.
Han sido tres semanas explorando los paisajes naturales, las pintorescas carreteras de montaña y las ciudades ricas en cultura de Nueva Zelanda. El Purosangue fue elegido para este recorrido porque representa un nuevo estándar en la industria del automóvil gracias a su enfoque innovador como GT moderno de cuatro puertas y alto rendimiento. Muchos Ferraris han logrado combinar un rendimiento de referencia con comodidad de primera clase, pero el Purosangue lleva eso a un nuevo nivel.
Cinco Ferrari, 50 periodistas y 3.000 kilómetros por delante
Con su motor V12 de 725 caballos montado en posición central delantera, realmente reúne lo mejor en términos de emoción al conducir, comodidad y refinamiento en su espacioso y lujoso interior de cuatro plazas, y su comportamiento como automóvil deportivo gracias a su sistema de suspensión activa de última generación y al diseño de su transmisión.
El Tour en el que han participado 50 periodistas de diferentes países, ha sido también una forma de conocer las habilidades del Ferrari Purosangue. El recorrido salía de Auckland, que es la capital financiera del país y su ciudad más grande con una población de más de 1.5 millones. De ahí, llegaron a las doradas arenas de Waihi Beach antes de pasar a Tauranga para explorar el icónico Monte Maunganui, un volcán extinto sagrado para el pueblo maorí que domina las costas de la Bahía de la Abundancia.
En los siguinetes días, el recorido les llevó a Rotorua, hogar de uno de los campos geotérmicos más activos del mundo. Allí, descubrieron la cultura maorí y la gran variedad de fauna local, incluido el icónico kiwi, símbolo de Nueva Zelanda. Taupo, el l pueblo costero de Hastings o la icónica carretera Gentle Annie, que serpentea por las colinas del interior de la Isla Norte. fueron paradas antes de llegar a Wellington, la capital de Nueva Zelanda, a través de los impresionantes viñedos de la famosa región vitivinícola de Martinborough.
En Wellington tuvieron la oportunidad perfecta para recorrer el taller que ha producido escenografías y trajes para algunas de las películas de fantasía y ciencia ficción más famosas y galardonadas jamás realizadas, muchas de las cuales también se ambientaron en el extraordinario paisaje natural del archipiélago.
La segunda parte del recorrido de los Ferrari Purosangue, en la Isla Sur
Y para la siguiente parte del viaje, los coches fueron transportados en ferry a la Isla Sur, donde la gira partió nuevamente desde el pequeño pueblo de Blenheim para explorar una de las zonas vinícolas más famosas del mundo, Marlborough. Desde la ciudad costera de Kaikoura, los participantes disfrutaron de una vista aérea de la maravillosa vida marina del Océano Pacífico Sur, incluyendo ballenas y delfines en abundancia.
Después visitaron Christchurch, el primer asentamiento del país. El grupo luego condujo a través de los espectaculares Alpes del Sur hasta la región de lagos de la isla, donde admiraron el impresionante paisaje alrededor de los lagos Tekapo y Pukaki antes de visitar el Parque Nacional Aoraki Mount Cook, hogar del pico más alto del país (3,724 metros) y un observatorio internacional.
La vibrante y pintoresca Crown Range Road llevó a los Ferrari Purosangue a la encantadora Queenstown, una ubicación imprescindible en la Isla Sur y una parada memorable de camino al punto más lejano del Tour, Milford Sound, un fiordo espectacular y remoto en el suroeste de la isla.
Este lugar encantado, donde la naturaleza reina supremamente y abundan las focas y pingüinos, fue el punto culminante de una aventura digna de la tradición del Gran Tour de Ferrari que comenzó en 1997, y que ha visto a los coches de Maranello explorar cada rincón del planeta. Ahora, el Purosangue ya puede presumir también de formar parte de esa tradición de la marca italiana.
