Si la cara del Kadjar te ha convencido es muy probable que el nuevo Renault Mégane te guste. Porque como no podía ser de otra forma, la cuarta generación del compacto francés va a heredar los rasgos más importantes de su versión todocamino. El Mégane 4 se presentará oficialmente en el Salón de Fráncfort en septiembre y se pondrá a la venta en España a comienzos de año.
Mayor eficiencia y menor consumo
El nuevo Mégane se parecerá al Kadjar por fuera, pero también por dentro ya que heredará no sólo la plataforma CMF desde la que parte el coche, sino también mecánicas, equipamientos de seguridad, sistemas de conectividad… La plataforma común permite ahorrar costes pero también algo tan importante como es el peso. Y es que a menor peso del conjunto, mayor eficiencia, menor consumo y emisiones, mejor comportamiento y mayor fiabilidad.
Pero para lograr un modelo realmente eficiente teniendo enfrente a grupos automovilísticos que se han tomado tan en serio la reducción de consumo como por ejemplo Volkswagen o PSA, la reducción de peso no va a ser suficiente y tendrá que ir acompañada de unas mecánicas afinadas al máximo. Sin problemas. Renault, o mejor dicho la alianza Nissan-Renault, con algún empujoncito que otro de Mercedes, ya las utiliza o las tiene en desarrollo y las incluirá en la oferta del compacto. Un Mégane que con el tiempo ha ido cediendo terreno a rivales tan competitivos como el VW Golf o el Seat León. Pero si se cumple punto por punto el pliego de condiciones que se ha impuesto la marca francesa, el Mégane podría convertirse en un serio rival que no tardaría en recuperar el trono perdido.
Equipado y conectado
A nivel mecánico el Renault Mégane 4 va a seguir utilizando algunos de los motores del Mégane actual que también ha heredado el Kadjar. En gasolina habrá seguro un TCe de 130 caballos aunque probablemente se ofrezca también el de 115 caballos. Y en diésel la oferta comprenderá inicialmente un propulsor dCi con 110 ó 130 caballos, aunque más adelante este motor de 1,6 litros de cilindrada que tan buenos resultados está dando en la alianza, recibirá una nueva variante TwinTurbo de 160 caballos que promete convertir al nuevo compacto francés en un GTI diésel con consumos muy bajos. Por supuesto el nuevo Mégane estará disponible con cambio manual y con el cambio automático de doble embrague EDC. Y el sistema Stop/Start o el modo ECO de conducción no faltarán en esa extensa lista de ayudas para rebajar el consumo, ya casi una obsesión entre los fabricantes.
Alerta por cambio involuntario de carril, frenada de emergencia asistida, reconocimiento de señales de tráfico, detector de ángulo muerto… el nuevo Mégane será más seguro, pero también estará mejor conectado al mundo exterior. Y eso será responsabilidad del nuevo sistema R-Link 2 con pantalla multimedia táctil de 7 pulgadas. Como ya ocurre en el Kadjar, el propietario de esta nueva generación del Mégane podrá configurar el cuadro de instrumentos digital eligiendo entre varios diseños y colores. Una forma de adaptar el interior a los gustos de un nuevo cliente más exigente, caprichoso y tecnológico.
