Los conductores reciben en torno al 90% de la información a través de la vista. Tener una visión de calidad es, por tanto, esencial para garantizar la seguridad al volante.
La normativa autoriza a conducir con una agudeza visual binocular de 0,5 (con o sin corrección). Esa agudeza visual se refiere a la definición o detalle con que se perciben los objetos. Pero una gran mayoría de los conductores descuida este aspecto y hay muchos casos de falta de conciencia sobre la importancia de la visión al volante. De hecho, unas 558.900 personas conducen actualmente por debajo del límite visual exigido por ley.
Es una de las conclusiones más llamativas del estudio ‘El estado de la visión de los conductores en España’, realizado por la asociación Visión y Vida, en colaboración con Correos Express. Un informe que también pone de manifiesto otras cuestiones como el hecho de que los conductores con peor visión (campo visual, agudeza, sensibilidad al contraste, etc.) están implicados en un mayor número de accidentes (tres veces más que el resto) o que los conductores profesionales cuidan más su vista.
1Datos de la visión de 1.700 conductores
El estudio se basa en las conclusiones de unos 1.700 test visuales realizados a conductores durante la campaña ‘Yo no soy un lince’, que contó con el apoyo de la Dirección General de Tráfico, el Servei Català de Trànsit y la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco. Esta iniciativa pretendía conocer cómo ha cambiado la visión del conductor en los últimos cinco años.
La conclusión del informe es que el estado de la visión al volante ha mejorado desde 2017, pero hay mucho margen todavía, ya que «del total de la muestra un 16,4% cree que no tiene buena visión, pero sigue conduciendo”, ha explicado Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.
Además, según los responsables del informe, lo más alarmante sigue siendo el número de conductores que no supera los requisitos mínimos exigidos por ley para obtener la licencia y que, sin embargo, siguen conduciendo: “actualmente, en nuestras carreteras, hay cerca de 1,5 millones de conductores (5,44%) que no alcanzan un 0,8 de agudeza, que es lo exigido al conductor profesional. Además, hay 558.900 conductores (2,04%) que no alcanzan el 0,5, el mínimo exigido por ley. Esas personas no deberían ponerse al volante, por su seguridad y la de aquellos que le rodean”, explica Elisenda Ibáñez, coordinadora del estudio.