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El descuido por el que Justin Bieber ha entrado en una lista negra… de coches

Justin Bieber nunca entendió que ser propietario de un Ferrari no es solo tener un coche de lujo, es pertenecer a un club exclusivo, a un culto que venera la historia, la tradición y la perfección de la marca italiana. Para muchos, poseer un modelo del Cavallino Rampante es un sueño hecho realidad, un símbolo de estatus y éxito. Sin embargo, para algunos, como la estrella del pop, ese sueño se ha convertido en una pesadilla por no respetar lo que representa este vehículo.

El canadiense, a pesar de ser un cliente millonario y haber comprado varios modelos de esta firma europea, ha sido incluido en la «lista negra» y ya no podrá adquirir ningún vehículo nuevo de la marca. ¿La razón? Su descuido y falta de respeto por los valores que representa Ferrari. Si, la empresa sigue el día a día de los dueños de sus modelos una vez comprados para verificar que no rompas las «normas» de ellos.

¿Por qué Ferrari puso a Justin Bieber en su lista negra?

¿Por qué Ferrari puso a Justin Bieber en su lista negra?

Todo comenzó cuando Bieber adquirió un 458 Italia de color blanco y decidió darle un «toque personal». Para ello, lo llevó al taller de personalización West Coast Customs, donde le colocaron un kit Liberty Walk que ensanchó la carrocería, faldones laterales, splitter delantero, difusor trasero y un alerón prominente. Ya esto rompe con la idea de status que tiene Ferrari.

Pero lo que más enfureció a los puristas de la firma italiana fue el cambio de color. Bieber pintó su auto de un azul brillante con su nombre en las pinzas de freno y las insignias de la marca, algo que va en contra de su filosofía. La empresa radica en Monza considera que sus colores son parte de su identidad y deben respetarse sobre todo si adquiriste el tradicional rojo.

¿Qué otros problemas tuvo Justin Bieber con su Ferrari?

¿Qué otros problemas tuvo Justin Bieber con su Ferrari?

Las travesuras de Justin Bieber con su 458 Italia no terminaron ahí. Fue detenido por conducir sin registro y lo dejó estacionado en un hotel de Los Ángeles durante dos semanas, demostrando poco cuidado por su preciada posesión. Hasta algunos medios llegaron a asegurar que el cantante se había olvidado de donde lo dejó y lo dio como perdido.

Pero el golpe final que destrozó cualquier relación futura con Ferrari fue cuando llegó cuando decidió subastar el auto por 400.000 dólares, poco tiempo después de haberlo adquirido. Para la marca italiana no existe peor muestra de desinterés que vender un modelo de ellos.