El correcto funcionamiento del motor de un coche necesita de diferentes componentes de protección y el aceite es uno de los más importantes. Se trata de uno de los productos más habituales en cada revisión y en las labores de mantenimiento, ya que su relación directa con el principal mecanismo del vehículo le lleva a un consumo continuo. Su sustitución es frecuente, así que conocer para qué sirve el aceite de motor como el que se muestra en este artículo, los tipos y los motivos para elegir el más adecuado es una buena enseñanza para cualquier conductor.
El aceite se utiliza para proteger al motor, ya que éste queda expuesto a un alto riesgo con motivo del contacto continuo con otras piezas. Esta protección se obtiene mediante la creación de una película que lubrica toda el área, de manera que el nivel de rozamiento disminuye, además de controlar la temperatura y conseguir así un menor desgaste en todas las piezas del motor. Esta reducción de la fricción entre los metales permite que todo el proceso funcione correctamente y que la vida útil de las piezas aumente.
Las consecuencias de no utilizar correctamente el aceite pueden ser muy negativas. Si éste no es sustituido cuando corresponde, el rozamiento de todos los componentes aumenta, por lo que se produce un mayor contacto entre ellos, las temperaturas aumentan por encima del nivel adecuado y todos los elementos del motor se deterioran con una mayor rapidez. El cambio de aceite está ligado a diferentes factores, como el tipo utilizado o las características del motor. En los vehículos viejos, con una antigüedad superior a los 15 años, se sustituye cada 10.000 kilómetros o, al menos, una vez al año. Esta cifra puede llegar a 15.000 en el caso de los coches más recientes.
Tipos y elección
Actualmente existen tres tipos de aceites que pueden ser utilizados en el motor de un vehículo de combustión. El mineral es el primario, pues se extrae directamente de la destilación del petróleo, lo que conlleva una mayor inestabilidad. El aceite sintético mezcla varios productos y su relación con los cambios de temperaturas es mucho mejor. La tercera opción es el semi-sintético, que tiene en torno a un 70% de composición mineral y un 30% sintética. ¿Qué aceite debo utilizar en mi coche? El recomendado por el fabricante. Dentro de cada tipo general existen numerosas variedades y aquí es donde el margen de elección se amplía.
Cada motor requiere un nivel de viscosidad en el aceite, que se refiere a la capacidad que tiene para fluir en cada tramo de temperatura. El modelo muestra dos siglas. La primera hace referencia a la capacidad para arrancar y el 5W es el más habitual, ya que tiene una alta capacidad de arranque en frío (La W se refiere a ‘Winter’, invierno). El siguiente dato es un número que indica la temperatura a la que el motor realiza la operación. Los modelos 5W30, 5W40 y 5W50 son los más frecuentes y son válidos para la mayoría de motores.