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Alfa Romeo Giulia. El primero de la nueva Alfa

Alfa Romeo vuelve a la carga. Y lo hace rebuscando entre su historia para crear un coche, el Giulia, que quiere ser una vuelta a los orígenes de la marca. Con él quiere atacar el segmento de las marcas premium, cada vez más impersonales -según palabras de Harald Webster, el máximo responsable de la marca- y ofrecer el estilo propio de Alfa Romeo.

Ese estilo se plasma, como un primer paso, en el Giulia, una berlina de imponente aspecto que contará con la tecnología más avanzada que es capaz de ofrecer FCA y que se presentó en Arese en su versión más potente; es decir, bajo el capó esconde un motor V6 biturbo con tecnología Ferrari, 510 caballos de potencia, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos… El aliado ideal para que la conducción deportiva de Alfa se eleve a la máxima expresión.

El conductor es el centro

El Giulia está creado pensando en el conductor, que es el centro de toda esta historia. Y pensando en él y en lo que espera de la marca, se comenzó a trabajar en esta berlina que debía responder a las 5 claves que definirán el futuro de los modelos Alfa: motores de vanguardia, una perfecta distribución de peso entre los ejes, una relación peso-potencia favorable, unas soluciones técnicas únicas y, por supuesto, un diseño emocionante, a la altura de la marca.

La respuesta a esas exigencias es, en el caso del Giulia Quadrifoglio, un motor relizado completamente en aluminio para reducir peso. Es un V6 biturbo con tecnología Ferrari que cuenta con sistema de desconexión de cilindros para que el consumo no sea un problema.

La relación peso-potencia viene dada por la reducción en las masas y la elevada potencia (510 CV) del coche. Para rebajar el peso, en Alfa han trabajado en el uso de materiales muy ligeros en la carrocería, chasis y en todos los elementos del coche: aluminio, fibra de carbono y materiales plásticos. Resultado, menos de 3 kilos tiene que mover cada caballo del coche.

Reparto de pesos perfecto

El reparto de pesos entre los ejes es perfecto, 50 por ciento a cada uno. A ello influye el diseño, pues una vez decidido que, por respeto a los orígenes el Giulia sería tracción trasera, el diseño, con un largo capó y unos voladizos traseros muy cortos ha dado respuesta a las necesidades especiales de este tipo de tracción. Y también ha pensado en adecuar el comportamiento a estas exigencias.

Y entramos aquí en la cuarta de las columnas en las que se asienta el Giulia, las soluciones técnicas de vanguardia. Cuenta, por ejemplo con la tecnología Torque Vectoring, para el máximo control de estabilidad que gracias a su doble embrague permite al diferencial trasero controlar por separado el par de cada rueda y es capaz de repartir el par entre los ejes en todo momento; el sistema de frenado integrado, que reduce considerablemente la distancia de frenado; y el Active Aero Splitter que gestiona la carga aerodinámica de manera activa, incluso a altas velocidades. Todos estos sistemas los controla el CDC Chassis Domain Control, que asigna a cada uno de ellos una tarea precisa para optimizar las prestaciones y el placer de conducción.

También estrena nuevas suspensiones, una trasera denominada Alfalink y una delantera de cuadrilatero que consiguen el mejor apoyo de las ruedas en toda situación. Y para que el conductor tenga la información más precisa de lo que pasa bajo las ruedas, un nuevo sistema de dirección más rápido y que transmite más y con más precisión.

Diseño personal

El diseño emocionante es la última de las claves. Y aquí, como siempre, se puede decir que es un Alfa, el Giulia tiene voladizos muy cortos, un capó y guardabarros delanteros largos, un habitáculo desplazado hacia atrás y guardabarros traseros musculosos. El frontal es una reinterpretación de la legendaria cara de la marca, en este caso con rasgos muy marcados, muy poderosos

En el interior también se han pensado en el conductor y todo se centra en él, agrupando todos los mandos, de pequeño tamaño. Para que el conductor tenga toda su atención en la carretera, sólo se han previsto dos mandos circulares; uno de ellos controla el Alfa DNA-con cuatro modos de conducción Dynamic, Natural, Advanced Efficiency y RACE- y el otro todo el sistema de infoentretenimiento. No hay nada más que despiste al conductor de lo realmente importante en un Alfa: conducir.

Ese es el objetivo de la nueva Alfa, que, por cierto, también estrena logo: ser la perfecta fusión entre hombre y automóvil. Y el Giulia, que llega antes de final de año, es el primer paso para conseguirlo.