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Rolls-Royce Phantom. Más cerca

A principios de marzo mostramos las primeras imágenes del Rolls-Royce mientras se ponía a punto sobre la nieve. Ahora hemos vuelto a pillarlo, con camuflaje, sí, pero con el atractivo extra de mostrar por primera vez cómo será parte de su majestuoso interior, más avanzado y moderno que ahora. Los cambios estéticos del exterior no serán revolucionarios, aunque sí que se dará un gran salto cualitativo en general.

Para comenzar la plataforma es nueva. El empleo de materiales como el aluminio repercutirá en un ahorro de peso sustancial en comparación con el modelo actual, que en la báscula arroja ahora 2.635 kilos. De esta manera potenciará aspectos como la dinámica y la eficiencia de cara al consumo. En este último apartado casi con total seguridad que bajo el capó incorpore el conocido propulsor V12 que ya porta el Dawn.

Menos clásico, más avanzado

Si nos fijamos en el interior, y a pesar de su espeso camuflaje, sí que parece que los cambios serán de mayor calado. El cuadro de mandos tradicional deja paso a una gran pantalla digital configurable y portadora de mucha más información para el conductor. Lo mismo ocurre con la que preside el salpicadero, igualmente muy generosa en su tamaño y situada a continuación, al más puro estilo de lo que hemos visto en los últimos modelos de alta gama de Mercedes-Benz. Un mando giratorio ubicado en la consola central gestionará gran parte de la información.

También será más completa la oferta en materia de conectividad, entretenimiento y seguridad, y como es habitual en este modelo dispondrá de una variante con batalla alargada que convertirá a las plazas traseras en un auténtico salón rodante.