Los radares » invisibles » de la DGT por su capacidad y tamaño resultan los mas eficaces en la tareas de control y vigilancia del trafico, debido también a su movilidad y posicionamiento, características estas, que resultan a priori desconocidas para los conductores.
No obstante, la posibilidad que brinda el internet y las redes sociales, es la clave de que los propios usuarios acaben por descifrar las rutas habituales de estos Velolaser, evitando así multas e incluso corrigiendo actitudes ilícitas.
2Conocido el » enemigo » nos vamos al campo de batalla.
La DGT tiene dispuestos por las carreteras españolas, los radares de control de la velocidad con el fin de vigilar y sancionar a quienes excedan los limites. Esta distribución se corresponde con dispositivos fijos, que bien pueden ser de tramo o de punto, y que conforman la mayoría de los sistemas de control.
Estos radares y su ubicación son publicados para que el usuario tenga conocimiento de donde puede ser grabado, fotografiado o las dos cosas, en cumplimiento de los derechos a la privacidad, que hasta la DGT debe cumplir por constitucionalidad.
Pero los radares móviles, gozan de otro tratamiento, precisamente por esa cualidad, y esta información no se hace publica. Se convierten así en el arma mas poderosa, junto con los sistemas aéreos (Pegasus) con que la DGT cuenta, para distinguir al » Fittipaldi de turno «.