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Prueba a fondo: Kia Sportage HEV GT-line 1.6 T-GDI 4×2

La tercera generación del Kia Sportage ha supuesto un salto tecnológico importante en todos los apartados. Cuenta con una amplia oferta de motores, la mayoría electrificados.

Diésel, gasolina, hibridación ligera para versiones diésel y gasolina. Híbrido autorrecargable y plug-in; una oferta para todos los gustos y necesidades, con potencias comprendidas entre los 116 y 265 CV.

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Kia Sportage HEV, amplio y bien acabado

El habitáculo es amplio y se remata con rigor a nivel de calidad, en un ambiente muy tecnológico, rematado con muy buenos materiales y ajustes. Con un cuadro de mandos digital y configurable de 12,3 pulgadas, el mismo tamaño que la pantalla táctil multimedia unida y orientada hacia el conductor bajo una misma carcasa. Con gráficos muy cuidados y un amplio menú, al que enseguida te acostumbras para poder aprovechar sus múltiples posibilidades. Incluyendo información para una conducción más eficiente.

Cuenta con una barra digital para controlar directamente la climatización (de tres zonas) y el audio, aunque su manejo requiere bastante atención y no me ha resultado intuitivo. En la consola central encontramos el selector de marchas con tecnología shift-by-wire. Y algunas funciones extras, todo muy concentrado y a mano, sin botones escondidos.

Nos sentamos sobre unos confortables asientos delanteros que incluyen de serie regulación eléctrica y son calefactables y ventilados. De perfecto mullido y tapizados en cuero, les pediría un poco más de sujeción en la espalda.

Detrás encontramos suficiente espacio para las piernas, favorecido por un piso prácticamente plano que ayuda al acomodo. Presenta salidas de aire detrás y la tercera zona de climatización independiente. La batería se ubica debajo de la banqueta, por lo tanto no afecta a la habitabilidad, pero impide que cuente con regulación longitudinal. Sí que presenta varias regulaciones para poder colocar el respaldo a nuestra conveniencia, con las plazas laterales tan confortables como las delanteras, con sendos puertos USB sobre el respaldo para un óptimo acceso. Se ha cuidado al máximo la funcionalidad, contando con numerosos huecos para objetos con dos amplias guanteras. 

En cualquier caso el espacio trasero es versátil con su respaldo dividido 40:20:40. Y el maletero, con sus 587 litros es muy amplio y con aprovechables formas. Longitudinalmente te cabe una maleta grande y cuenta con una gran altura hasta la toldilla. Con un piso con dos alturas que esconde unos ordenados huecos para dejar objetos.