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Una victoria total: Carlos Sainz rompe los esquemas en Ferrari y en la Fórmula 1


Red Bull y Max Verstappen no han ganado el Gran Premio de Singapur. Para muchos, la gran noticia del año. Desde el Gran Premio de Francia de 2022, el equipo austríaco ha triunfado en todas las carreras salvo el Gran Premio de Brasil de la pasada temporada. En Singapur se rompía, sin embargo, la racha más exitosa en la historia de la Fórmula 1 para un piloto y equipo. Y lo hacía Carlos Sainz.

No fue una victoria cualquiera, por tanto. Por otras razones más allá de la derrota de Red Bull. Porque Carlos Sainz dominó de principio a fin la carrera más dura y exigente del año, y sin rivales. Correción, sí, los tuvo en los últimos minutos después de tres días de dominio. Pero Sainz puso Ferrari puso guinda y fulgor a su segunda victoria con Ferrari y la primera sin un Red Bull arriba del podio. Ni a los dos lados.

CARLOS SAINZ SINGAPUR 2 Motor16

Las “miguitas” de Carlos Sainz por el camino

Algo se barruntaba al escuchar al piloto español el pasado jueves. “Este año siento que tengo una mejor comprensión del coche. Sin duda, más que la temporada pasada, y en las últimas carreras hemos logrado juntar todo. Los resultados están ahí para demostrar que la conducción y la confianza son muy buenos”, explicaba en la rueda prensa oficial. “El objetivo que me propuse de cara a la segunda mitad de la temporada era ser más consistente y conseguir más resultados, y creo que podemos seguir haciéndolo». Sí, desde el punto de vista personal, sobre todo tras su gran actuación en Monza. Pero ¿no era Singapur un foso de cocodrilos para un SF23 que se ahogaba en los circuitos de alta carga aerodinámica, como lo es Marina Bay?

Carlos Sainz seguía dejando miguitas para dar pistas el camino. “Estoy agradablemente sorprendido, porque en nuestras últimas pistas de alta carga hemos sufrido, siempre hemos tenido problemas, hemos sido el cuarto o quinto coche, siempre nos ha faltado el ritmo en estas pistas. Y en Singapur hemos sido de los más rápidos, si no el más rápido, cuando éramos cuartos o quintos en otros circuitos. Estoy muy contento, porque hemos progresado para entender el paquete de alta carga aerodinámica y hemos hecho un buen trabajo para que todo salga bien en Singapur”, explicaba tras conseguir la pole el sábado. Sainz dejaba caer entre líneas que la hecatombe del Gran Premio de Holanda, que obligo a Ferrari a revolver las tripas del SF23, deparó algunas pistas. Aquello tantas veces escuchado, en el argot carrerista, “unlock the potencial of the car”, es decir, descubrir rendimiento oculto en el monoplaza gracias una mejor comprensión de su puesta a punto.

Max Verstappen reconocía recientemente que en el pasado Gran Premio de Miami tuvo que ‘trastear’ con su ingeniero una y otra vez con los reglajes del RB19 para corregir sus problemas del rendimiento, descubriendo opciones le ayudaron en el futuro. Ahí están los resultados. Otro tanto parece haberle ocurrido a Sainz. El trabajo de antes de verano, se exprimió en Zandvoort y en la semana posterior dando otra vuelta de tuerca en su simbiosis con el SF23. Desde entonces Charles Leclerc no ha batido a Carlos Sainz. En Singapur, especialmente, un terreno en principio favorable al monegasco, especialmente a una vuelta. El duelo entre ambos iba a determinar el resultado del domingo. Por tercera vez consecutiva, el español batía al monegasco. Pero pocos esperaban que por la primera posición. Cabía soñar entonces con la victoria.

Hasta Leclerc como escudero de Carlos Sainz

En Ferrari comprendieron pronto que la mejor opción del año pasaba por poner todos los huevos en la cesta de Sainz, y adoptaron la estrategia correspondiente: el monegasco con blandos debería superar a Russell, que salía junto al español. Leclerc lo clavó y se puso a la estela de su compañero. Los mensajes por radio del equipo dejaron pronto clara la función del monegasco. Desde la primera posición, Sainz debía, eso sí, gestionar el punto débil de SF23: la degradación. El viernes, al menos tres monoplazas ofrecían mejor ritmo de carrera.

CARLOS SAINZ SINGAPUR 3 Motor16

“Dadas nuestras limitaciones con el desgaste y la degradación de los neumáticos, se trataba de gestionar el comienzo de los stints para asegurarnos de llegar a las vueltas objetivo que queríamos hacer con cada compuesto”, explicaba Sainz, “obviamente, un coche de seguridad nos obligó a entrar en boxes antes de lo que queríamos, y sabía que iba a ser un período largo en difícil. Tuve que darle a George (Russell)… Tenía que lograr que redujera la velocidad, no darle la oportunidad de un coche de seguridad o un neumático medio, y funcionó a la perfección”. Era la estrategia de Sainz. Hasta el ya famoso mensaje final por la radio a su ingeniero.

Los mensajes de Russell evidenciaban cómo Sainz controlaba la carrera y a sus rivales. “Está gestionando mucho, va demasiado lento”. “Me extraña que no diga que tiene dos segundos (de margen)», se quejaba el británico. Pero este encontró una inesperada oportunidad cuando un coche de seguridad virtual permitió a los pilotos de Mercedes montar un juego de medios que hábilmente habían logrado guardar para la carrera. Empezaron quince vueltas de infarto. Las simulaciones de Ferrari pegaban a los Mercedes a Sainz antes de que terminar la carrera. Con el diferencial de rendimiento de neumáticos, el español sería víctima fácil. La facilidad con la que Russell y Hamilton se zamparon a Leclerc presagiaba el destino del español. Hasta que llegó el golpe de genio de Sainz. En idea, y ejecución.

“Dadme la diferencia con Lando” pidió Sainz a su ingeniero. ¿Pero no eran los dos Mercedes el enemigo, que robaban un segundo por vuelta al madrileño? “Este es un tipo de estrategia que siempre guardas en tu cabeza en pistas como Singapur, donde puede resultar útil en algún momento. La cuestión es que, obviamente, es fácil pensar en ello, al menos es fácil de tener en mente, pero es mucho más difícil ejecutarlo porque te pone bajo presión adicional y conlleva sus riesgos. Se trataba de exponerse a ese riesgo adicional”.
Sainz dejaba que Lando Norris, en segunda posición, se colocara a su estela para que este utilizara el DRS. Gracias a ello, los dos amigos mantuvieron a raya a los Mercedes. Russell terminó, paradójicamente, en el muro. “Pensaba ‘bueno, espero que esto funcione’ porque, si no, podría dejarme muy, muy mal, pero funcionó. Algunos días necesitas confiar en tus instintos, confiar en tus sentimientos. Lo he hecho estos dos últimos fines de semana y ha funcionado bien”. Y tanto que funcionó.

CARLOS SAINZ SINGAPUR 4 Motor16

Alonso: ¿La peor carrera del año?

Si para Sainz y Ferrari el trazado de Marina Bay era temido, en el caso de Fernando Alonso y Aston Martin era largamente deseado. Marcado con una cruz desde aquellos tiempos del podio de Mónaco. Sin embargo, séptimo puesto de parrilla, y gracias. Sanción en carrera por salirse del carril de boxes. Falta de adherencia y rendimiento de neumáticos. Salida de pista. Fuera de los puntos por primera vez en la temporada. La cara de Alonso era un poema, tanto como el rendimiento del AMR23 en una pista a priori favorable. Mejor pasar de perfil por el Gran Premio de Singapur. “Todo lo que podía salir mal, salió mal. A pesar en Suzuka”. Si Monza fue un desastre para Aston Martin y Alonso, en Mariba Bay se superó desgraciada e inesperadamente el liston.

Segundo en los primeros libres, líder en las dos siguientes sesiones, pole, dominio en todas y cada una de las vueltas del Gran Premio de Singapur, Carlos Sainz hizo la carrera de su vida. Y lo más importante para el futuro, como ha repetido este fin de semana en varias ocasiones: “me siento uno con el monoplaza” ¿Entonces, con qué momento se queda el español tras un fin de semana tan brillante?

“Es difícil elegir uno. Sinceramente todo. Todo. Tenemos que estar extremadamente orgullosos del fin de semana que hemos hecho. Este año tuvimos una oportunidad de ganar una carrera, que fue aquí en Singapur, y la aprovechamos. No nos equivocamos en todo el fin de semana. Hubo muchos momentos en los que estuvimos bajo presión y mantuvimos la calma, mantuvimos nuestro plan, nuestra estrategia. Tuvimos que jugar con la degradación de los neumáticos, con espacios en las paradas en boxes, con el DRS y, logrando mantener todo bajo control, nos llevamos a casa una victoria que nunca fue fácil, pero que definitivamente se siente increíble”. Casi nada. Carlos Sainz está rompiendo muchos esquemas. Dentro y fuera de Ferrari.