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Conducimos el Nissan X-Trail e-Power: una nueva forma de electrificación

El Nissan X-Trail parece haber vivido a la sombra del tremendo éxito del Qashqai. Pero para la marca japonesa es un modelo capital; tanto que ha conseguido importantes hitos para la marca japonesa, como ser el primer crossover global creado por Nissan –y eso en una marca cuyo ADN es de crear SUV y crossover es decir mucho–; también fue el SUV más vendido del mundo en 2017 y de él se han vendido más de ocho millones de unidades en total o tres de la última generación.

El sistema e-Power es la estrella en el nuevo Nissan X-Trail

La parte del sistema de propulsión tiene, por tanto, gran importancia en esta nueva gneración del SUV japonés, que se va a poner en el mercado con versioes de cinco y siete plazas (será uno de los pocos siete plazas electrificados del mercado). La filosofía de este sistema de propulsión que combina un motor 1.5 de gasolina de compresión variable y uno eléctrico es ofrecer la sensación de conducción 100% eléctrica sin necesidad de enchufar.

El sistema se compone de la mencionada batería, el motor de gasolina de relación de compresión variable, un generador de energía, un inversor y un motor eléctrico delantero de 150 kW. Este motor de gasolina solo se dedica a recargar la batería, mientras que la potencia que llega a las ruedas lo hace directamente del motor eléctrico, lo que garantiza una respuesta instantánea y lineal al acelerador, el mismo tipo de respuesta que ofrece un eléctrico. En total son 204 caballos los que suma esta configuración mecánica para mover los casi 2.000 kilos del X-Trail. Sobre el papel, que el motor de gasolina solo trabaje para rellenar la batería, significa que siempre puede funcionar en su rango óptimo, lo que se traduce en una mayor eficiencia de combustible.

NIssan X-Trail

A esta eficiencia contribuyen otros elementos ya clásicos en Nissan, como el e-pedal, mediante el cual la recarga de la batería en las frenadas se multiplica, además de permitir una utilización con solo un pedal pues en cuanto nos acostumbramos, el pedal de freno no lo usaremos salvo en contadas ocasiones. Al funcionar como eléctrico, nos olvidamos también de la caja de cambios, pues no la tiene, así como tampoco túnel de transmisión, lo que ayuda a mejorar la habitabilidad en las plazas traseras.