¿Sabías que intentar recargar tu coche eléctrico más barato puede dejarte la cuenta bancaria vacía? Por increíble que pueda parecer, es una estafa cada vez más real en nuestras carreteras. Los ciberdelincuentes han puesto el foco en los puntos de carga para vehículos eléctricos, y su nuevo método es tan sencillo como eficaz: un código QR.
La movilidad eléctrica sigue avanzando, pero los timadores también. Ahora, se aprovechan de la confianza y rapidez con que usamos la tecnología. Detrás de un pequeño cartel aparentemente inofensivo, se esconde un fraude que ya ha engañado a numerosos conductores. ¿En qué consiste? En este artículo, te lo explicamos.
El auge del eléctrico: caldo de cultivo para estafas

La popularidad del coche eléctrico no para de crecer. Ya sea por razones económicas, ecológicas o normativas, cada día más conductores apuestan por este tipo de vehículo. Sin embargo, esta nueva movilidad también trae consigo nuevas formas de engaño. La facilidad con la que usamos el móvil para pagar, recargar o consultar tarifas ha abierto una peligrosa brecha para los estafadores.
El nuevo timo consiste en colocar, directamente sobre los postes de carga, pegatinas falsas con códigos QR que prometen cargas gratuitas o tarifas reducidas. El usuario, creyendo que accede a una promoción legítima, escanea el código… y sin saberlo, está cayendo en la trampa. Ni correos ni SMS falsos: el fraude ahora está en plena calle, al alcance de cualquiera.
Pegatinas falsas en puntos oficiales: la trampa perfecta

La AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica) ha lanzado la voz de alarma: estas trampas ya se han producido en varias comunidades autónomas. El fraude va en aumento. Incluso empresas como Repsol han detectado pegatinas sospechosas en sus propias estaciones de servicio.
Los delincuentes juegan con el entorno y el momento: saben que, al llegar a un punto de recarga, el conductor está en una situación de prisa. No va a analizar cada pegatina ni a comprobar si la oferta es oficial. Solo quiere enchufar su coche eléctrico para poder retomar el viaje. Y esa falta de atención es justo lo que convierte la estafa en tan efectiva.
El código QR: aliado de la comodidad… y del fraude

Vivimos en la era del escaneo. Los QR están en menús de restaurantes, entradas de conciertos, carteles informativos y, por supuesto, entre otros miles de lugares, también en los puntos de recarga eléctrica. Ese pequeño cuadrado blanco y negro se ha convertido en un nuevo campo de batalla para la ciberdelincuencia.
Los estafadores diseñan páginas web falsas, con aspecto profesional, para que el usuario crea estar contratando una tarifa especial o realizando un pago legítimo. Sin embargo, en realidad está abriendo la puerta a malware, entregando sus datos personales y bancarios a desconocidos, o pagando por un servicio inexistente. Y todo, simplemente por escanear una pegatina.
¿Cómo evitar ser víctima de los estafadores?

Protegerse de este tipo de estafas es posible, siempre que se tenga cierta precaución. La regla número uno es desconfiar de cualquier cartel o pegatina que esté en el poste de carga e incluya un QR o número de WhatsApp. Sobre todo, si ofrece promociones tentadoras. Las ofertas oficiales siempre aparecen en la pantalla del propio cargador o en la app del operador autorizado.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) también recuerda que no se deben abrir enlaces web sospechosos ni compartir información bancaria fuera de plataformas verificadas. Si vas a pagar una recarga, hazlo solo a través de las aplicaciones o páginas oficiales del proveedor. Evita acceder a códigos QR de terceros.
La actuación de las empresas y autoridades

Por fortuna, tanto las empresas del sector como las fuerzas de seguridad ya están al tanto del problema. Las autoridades están investigando los casos detectados, rastreando los QR fraudulentos y tratando de identificar a los responsables. A su vez, operadores como Repsol están reforzando sus sistemas de seguridad y avisando directamente a sus usuarios.
Pero la clave también está en la prevención. Por eso, se están reforzando iniciativas de concienciación, mensajes informativos en las apps de recarga y una mayor visibilidad de las señales oficiales. Frenar los fraudes es esencial en un momento en que el coche eléctrico necesita la máxima confianza del usuario.
¿Tienes un eléctrico? No caigas en la trampa

El coche eléctrico representa el futuro de la movilidad. Pero su éxito no depende solo de las baterías o la autonomía; también requiere una nueva mentalidad digital, más alerta y precavida. Las estafas evolucionan según avanza la tecnología. Por ello, es más importante que nunca mirar dos veces antes de escanear.
Recuerda: si algo suena demasiado bien para ser cierto, probablemente no lo sea. El timo ahora se esconde tras una supuesta tarifa plana mágica, una recarga gratuita sin condiciones, o un descuento milagroso por escanear un simple código QR en plena calle. Si tienes un coche eléctrico, abre bien los ojos y decide con cabeza.