Autoridades como la Guardia Civil han dado la voz de alarma sobre una nueva modalidad de fraude que está ganando fuerza, una estafa que pretende suplantar a la DGT y engañar a los conductores haciéndoles creer que les han puesto una multa. Sin embargo, se trata de una modalidad de phishing con la que los estafadores tratan de hacerse con información personal sensible.
La Guardia civil lleva años viendo cómo este tipo de estafas no dejan de aumentar, y la creatividad de los delincuentes no parece tener límite.
Así funciona la estafa de la multa con código QR de la que alerta la Guardia Civil

Según explica la Guardia Civil, la estafa es tan simple como ingeniosa. Los delincuentes aprovechan la familiaridad que tenemos con las multas de tráfico tradicionales para engañarnos. El método consiste en colocar en el parabrisas de tu coche una falsa notificación de multa. A primera vista puede parecer una multa legítima, con sello oficial, número de expediente y un importe a pagar. Pero hay un pequeño detalle que la delata, ya que solo ofrece la posibilidad de pagarla a través de un código QR.
Los estafadores saben que cada vez más personas utilizan sus teléfonos móviles para realizar pagos, y el uso de códigos QR se ha popularizado mucho. Pero. evidentemente, al escanear el código no te llevará a la web de la DGT o al ayuntamiento correspondiente para pagar la multa, sino a una página web fraudulenta, un duplicado casi perfecto de una página oficial. En ella, se te solicitarán tus datos personales y bancarios para hacer el pago de forma inmediata. Una vez que introduces esta información, los estafadores se hacen con tus datos y pueden vaciar tu cuenta o utilizarlos para otros fines delictivos.
Lo más peligroso de esta estafa es que los delincuentes no necesitan tener un conocimiento técnico muy avanzado. Solo imprimen las falsas multas y las distribuyen de forma masiva en zonas de aparcamiento. Actúan en parkings de centros comerciales, zonas residenciales o en cualquier lugar donde haya una gran concentración de vehículos. Su objetivo es que, de entre todas las personas que reciban la falsa multa, un porcentaje caiga en la trampa por despiste, prisa o temor a que la multa sea mayor cuando llegue a casa.
Cómo saber si una multa es real o una estafa

La clave para no caer en la trampa está en la observación. Las multas de tráfico auténticas siempre incluyen varias formas de pago. La forma más común es a través de un impreso que se puede pagar en una entidad bancaria, en Correos o por internet. Aunque la DGT y los ayuntamientos también ofrecen la posibilidad de pagar online, nunca te ofrecerán como única forma de pago un enlace a un código QR. Este es el indicio más importante para desconfiar.
Otro punto esencial es fijarse en la propia notificación. Aunque los estafadores se esfuerzan en que parezca real, a menudo cometen errores. Fíjate en los siguientes detalles:
- Ortografía y gramática: Revisa si hay faltas de ortografía, errores de puntuación o frases mal construidas. Las notificaciones oficiales de la DGT o de cualquier ayuntamiento están redactadas de forma impecable. Un simple error hará saltar la alarma.
- Logotipos y sellos: Observa si el logotipo de la DGT, el ayuntamiento o la Guardia Civil está bien impreso y no se ve pixelado o es de baja calidad. A veces, las prisas por crear las falsificaciones hace que los delincuentes usen imágenes que no se ven bien o están borrosas.
- Datos del vehículo y de la infracción: Una multa real incluirá datos muy específicos sobre tu vehículo, como la matrícula, y sobre la infracción cometida, incluyendo la calle, la hora y el artículo del reglamento que has infringido. En muchas estafas, esta información es muy genérica o incluso incorrecta. A veces, ni siquiera se molestan en incluir la matrícula.
- Formas de contacto: Las multas auténticas siempre ofrecen un teléfono de contacto o una dirección a la que acudir para resolver dudas o presentar alegaciones. En las falsas, esta información suele ser inexistente o te remite a números de teléfono que no existen.
Qué hacer si te encuentras con una de estas falsas multas

Lo primero es no asustarse ni ponerse nervioso. Si no has escaneado el código QR ni has introducido tus datos, no has caído en la estafa. Si te encuentras con una de estas falsas notificaciones, tienes que hacer lo siguiente:
- No la pagues ni escanees el QR. Ignora por completo cualquier indicio que te lleve a escanear el código o a pagar la multa de forma inmediata.
- Destruye la falsa multa. Una vez que has comprobado que no es real, deshazte de ella para que nadie más la coja y pueda caer en la trampa.
- Denuncia. Es fundamental que acudas a la Guardia Civil o a la Policía Nacional para informar sobre el incidente. Puedes presentar la falsa multa como prueba. Al denunciar, estás ayudando a que las autoridades puedan investigar quién está detrás de esta estafa y evitar que más gente se vea afectada.
La clave para protegernos es ser precavidos y utilizar el sentido común. Las autoridades como la Guardia Civil y la Policía Nacional se mantienen alerta para informar sobre estos nuevos fraudes. Por eso, estar al tanto de las noticias y las alertas que emiten es fundamental.
Recuerda siempre que ninguna institución oficial te va a pedir que realices un pago de forma urgente a través de un código QR sin darte otras opciones. La prisa es el mejor aliado de los estafadores, así que tómate tu tiempo para verificar cualquier notificación sospechosa. Antes de escanear un código QR, pregúntate si es una forma de pago habitual para ese tipo de trámite. Si la respuesta es no, lo más probable es que estés ante una estafa.