Este Ferrari 250 GTO Fantuzzi tendrá un precio también exclusivo, pero eso solo lo sabrán los potenciales clientes.
El especialista de Ferrari, GTO Engineering, es el responsable de la venta de uno de los Ferrari 250 más especiales del mundo. El Ferrari 250 GT Lusso de 1963 con carrocería de Fantuzzi es un ejemplar único, ya que es una transformación sobre el decimosexto 250 GT Lusso jamás fabricado. El destacado especialista de la época, Fantuzzi, lo modificó y lo dotó de un estilo único, con una carrocería totalmente rediseñada. Un espectacular diseño que le hace exclusivo y que ha recuperado GTO Engineering en el Reino Unido para ponerlo ya a la venta.
Exhibido en todo el mundo, incluidos eventos, concursos de belleza, concentraciones clásicas y rallyes de carretera, este exclusivo Ferrari 250 GT Lusso de 1963 con carrocería de Fantuzzi ha sido restaurado y mantenido por GTO Engineering durante más de una década.
2Completa documentación
El último propietario dedicó más de tres años y mucho esfuerzo a documentar la historia real de este modelo, incluido un viaje a Italia para reunirse con el propietario original, Gianfranco Pederzani. Realizando además para completar la documentación una visita a la fábrica de Ferrari. De hecho se ha ido reuniendo personalmente o ha hablado con la mayoría de las personas que han tenido este automóvil, para obtener información fiable y de primera mano.
Su ilustre historia comienza en 1966 cuando los hermanos Pederzani vendieron el coche a Venezuela. Sin embargo, ya en el verano de 1968, este Ferrari tan especial se había mudaba a Nueva York y era propiedad de Richard Trask.
Alrededor de 1977, Terry Kramer compró el automóvil, y se cree que fue en ese momento cuando se hicieron algunas modificaciones adicionales (posiblemente por Tom Meade). Incluido un alerón más pronunciado en la tapa del maletero y unas bocas de respiración en las aletas y en el morro, inspirados en el 250 GTO.
El siguiente destino donde se registró fue Honolulu. El 250 GTO Fantuzzi pasó por las manos de Collier Thelian en 1978 y fue vendido a Gerald O’Conner en 1979, quien tuvo el coche guardado en su garaje desde 1981, permaneciendo sin moverse durante los siguientes 24 años.
