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Todos los trámites que tienes que hacer si vendes un coche usado

Es cierto que vas a poder tener muchas razones para poder vender tu coche bien sea porque te quieres comprar uno nuevo o porque ya has dejado de hacer uso de él o porque no estás dispuesto a asumir los gastos que conlleva.

Y en este artículo vas a poder saber todos los trámites que tienes que hacer si vendes un coche usado para que no te pille desprevenido y que no te puedan engañar.

En el caso de que hayas tomado la decisión de deshacerte de tu vehículo te vamos a contar todo aquello que sea necesario para poder realizar la acción como puede ser definir su precio, algunos consejos para poder anunciarlo.

Ofrece tu coche en el mejor estado que puedas

Lo que suele ser normal cuando una persona quiere vender su vehículo es que se lleguen a destacar todas las virtudes ya que cuanto mejor se vea, más interesante se vea y más bonito, más fácil va a resultar venderlo y bastante más dinero vas a poder pedir por él.

No suele ser nada recomendable el hecho de ocultar o de maquillar o de engañar sobre el vehículo a los futuros compradores.

Más allá de que el vendedor tenga que ser ético la ley suele establecer que el vendedor, aunque sea un particular, es responsable en todo momento de los problemas y de los vicios que no hayan sido notificados del vehículo hasta los 6 meses después de la fecha de venta.

Una de las cosas que se suelen valorar mucho es que se haya llevado a cabo de forma puntual el mantenimiento del mismo, esto quiere decir, que haya pasado cada una de las revisiones que se estimen pertinentes.

También se suele tener en cuenta que se hayan llegado a sustituir en el momento que resulte adecuado ciertos componentes susceptibles de desgaste como pueden ser los frenos o la correa de distribución.

Para poder demostrar esto, lo que suele ser normal es disponer del libro de mantenimiento del coche sellado y de cada una de las facturas de las revisiones que se hayan llevado a cabo y de los recambios que hayan sido efectuados.

No se considera una condición que sea indispensable, pero es la única forma de poder demostrar al comprador que el vehículo ha recibido todo el mantenimiento que es necesario.