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¿Es legal instalar una cámara en tu coche?

Muchos son los curiosos que siguen con atención los vídeos sobre accidentes que se producen en países como Rusia, donde las malas condiciones climáticas en invierno y el abuso del alcohol traen consigo una elevada siniestralidad. Y los vemos porque en ese país es prácticamente obligado llevar una cámara frontal que dé fe de lo ocurrido ante un siniestro, para avalar el trabajo de las aseguradoras. Sin embargo, surge una duda. ¿En España está permitido instalar una cámara en nuestro coche? Veamos.

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La cámara del coche no puede grabar continuamente

Otro detalle a tener en cuenta que es que no podemos estar grabando continuamente, algo que sí vemos en los vídeos virales de accidentes que nos llegan desde Rusia. Si lo hacemos nos pueden acusar de estar realizando una actividad de videovigilancia de la vía pública. Y para ejercer esta labor sólo están autorizadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

¿Y qué pasa entonces con las cámaras de la calle? Pues literalmente lo mismo. Si pones una en la fachada de tu negocio y apuntan hacia la vía pública, en lugar de hacia la entrada, estaríamos cometiendo una irregularidad si grabamos continuamente.

Pongamos por caso que dejas aparcado perfectamente tu coche en la calle y cada dos por tres te encuentras actos vandálicos contra tu vehículo. Lo fácil sería que la cámara grabara continuamente para ‘cazar’ a los autores. Lo bueno es que sabremos quien lo ha hecho; lo malo es que como prueba seguramente no la echarían atrás porque no se puede grabar de manera continuada sin un permiso legal.

Algo similar ocurre en caso de accidente. Por eso hemos explicado antes que las cámaras que utiliza Citroën en algunos de sus modelos sólo graban 30 segundos antes y un minuto después del siniestro.

Ahora vamos un paso más allá. ¿Y si instalamos la cámara en nuestro coche pero grabando hacia el interior? Pues se aplica lo mismo. Claro que podemos, pero no podemos difundir las imágenes sin el consentimiento de sus actores, aunque sean nuestro propios hijos.