Utilitarios como los Citroën C3, Ford Fiesta o Volkswagen Polo son los vehículos que las firmas de automóviles emplean como punto de partida para construir las máquinas con las que compiten en el Campeonato Mundial de Rallys.
Pero hubo un día en el que se empleaban verdaderos deportivos. Auténticas leyendas y sino acuérdate de criaturas como los Audi Ur-Quattro, Lancia Stratos, Lancia 037, Toyota Celica… En ellos, y en su singular Jaguar XJ120 se han inspirado los ingenieros de la firma británica para crear esta pajera de Jaguar F-Type Convertible, que han sido adaptados para la competición.
Con el motor 2.0 Ingenium
Lo primero que llama la atención es que no se hayan decantado por la versión Coupé, pues no me gustaría ser el encargado de tener que limpiar ese interior después de cada tramo. Pero como ya te hemos dicho, estos F-Type se inspiran en los clásicos XJ120 que competían a comienzos de los años '50.
También toman detalles de los exclusivos Jaguar F-Type Checkered Flag Edition, pero el resto ha sido debidamente actualizado para la ocasión, ya que lo primero que sorprende es la jaula de seguridad. También se han instalado asientos de competición, arneses de seguridad de seis puntos, extintor de incendios, luces adicionales en el frontal… Y mecánicamente se apuesta por un equipo de frenos más potente (se añade un freno de mano hidráulico), amortiguadores regulables, un nuevo diferencial autoblocante, llantas específicas, neumáticos para tierra…
Como los bólidos que compiten en el WRC, estos Jaguar F-Type Convertible apuestan por un motor de cuatro cilindros sobrealimentado, pues en esta ocasión esconden el conocido 2.0 Ingenium, que proporciona 300 CV de potencia y 400 Nm de par motor. Este bloque va combinado con una transmisión automática de 8 velocidades y que por lógica debería enviar su potencia a las ruedas traseras, ya que este propulsor no se ofrece con la tracción total AWD.
Estos juguetes debutan en el rally Walters en Gales del Sur, pero parece que ha sido más por diversión que por crear un programa de competición como lo que ha sucedido con el Porsche Cayman GT4.