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La tierna historia de Mihai y el Dacia 1300 de su padre que ha restaurado con sus propias manos

El Dacia 1300 era en los años 70 y los 80 el verdadero coche del pueblo en Rumanía que permitió motorizar a uno de los países más pobres de Europa. Hoy se ha convertido en pieza de coleccionista, como la unidad del Dacia 1300 de Mihai, que anteriormente perteneció a su padre y ahora ha sido completamente restaurado.

Dacia no es lo que era

La marca Dacia que conocemos hoy en día tiene poco o más bien nada que ver con lo que era Dacia antes de su compra por Renault en 1999.

En aquel país extremadamente pobre, en la década de los 70 y los 80 el VW Beetle no existía y allí tenían su propio coche del pueblo: el Dacia 1300.

Hoy en día es objeto de amantes del automóvil y restauradores en general que quieren recuperar buena parte de la historia automovilística del país a través de modelos como éste.

Poco a poco fue extendiéndose por toda la considerada Europa del Este. Entonces era el modelo más tecnológico tras el telón de acero. Formaba parte de su forma de vida y además era uno de los más accesibles del momento. Su precio entonces era de 3.200 euros.

Un precio muy inferior al que tiene la unidad que conduce hoy en día. Aunque realmente y tal y como él declara, para él “no tiene precio”.

La unidad de Mihai es un 1310 1.3 de gasolina, acabado TLX. Lo compró su padre en 1992 y era una réplica del modelo francés Renault R12. Estuvo en fabricación entre los años 1969 y 1979, pasando a llamarse 1310 en ese año y hasta 2004, cuando dejó de fabricarse.