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Conducimos el nuevo Toyota GR Yaris. Un WRC para todos los días

Me vais a permitir que empiece dando las gracias de todo corazón al Presidente de Toyota, Akio Toyoda. Y es que exclusivamente a su persona le debemos la suerte de tener de nuevo entre nosotros un auténtico deportivo 'made in Toyota'. Y es que este impresionante GR Yaris ha nacido de su propio tesón. Y hasta que no lo ha convertido en una realidad tangible no ha parado. Gracias.

Hablamos de un deportivo 'made in Toyota', pero además con el ADN de Toyota, porque ha nacido desde cero y ha sido íntegramente desarrollado por la firma nipona desde el primer al último de sus tornillos. No como ha sucedido con los últimos deportivos de la firma nipona como han sido el Toyota GT86 o el Toyota GR Supra (ojo porque ya han confirmado un nuevo GR86, también creado con la colaboración de Subaru), que se han creado 'a pachas' entre Subaru y BMW respectivamente. Sin menospreciar el producto ni mucho menos.

El único Yaris de tres puertas que veremos por aquí

Es un Yaris si, pero muy diferente al que tenemos en mente. Primero porque su mecánica no es híbrida, aunque de estos últimos hay que vender muchos para permitirse el lujo hoy día de lanzar una joya como este GR Yaris. Y segundo porque es el único Yaris de tres puertas (curioso que además carecen de marcos y en marcha hacen algo de ruido) que se va a vender en España. De hecho de un Yaris 'del montón' solo se aprovechan los faros delanteros, los pilotos traseros, los espejos retrovisores y la antena. El resto es completamente nuevo o bien ha sido debidamente rediseñado para la ocasión.

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Hay que tener en cuenta que todos y cada uno de sus apéndices aerodinámicos, y que todas y cada una de sus tomas de refrigeración tienen una razón de ser en este deportivo. Nada es superfluo en esta carrocería donde se usa acero de alta resistencia, aluminio y fibra de carbono en su construcción (de este último material es el techo, que ahorra 3,5 kilos respecto a uno de acero). En total su carrocería es 24 kilos más ligera que la del resto de los Yaris, pues el conjunto se conforma con 1.355 kilos en orden de marcha.

Toyota venderá este GR Yaris con un acabado 'básico' que ya ofrece todo lo que te puedas llegar a imaginar a todos los niveles, pero por 5.000 euros extra nos propone la versión Circuit Pack, que estéticamente se diferencia en unas pinzas de freno de color rojo (en los normales son negras, pero el equipo no varía), en unas llantas de 18 pulgadas fabricadas por BBS que son forjadas (normales de aluminio y de 18 en el resto), en que emplea neumáticos Michelin Pilot Sport 4S (los GR Yaris 'a secas' tienen Dunlop SP Sport MAXX aunque también en medida 225/40 R18) y para rematar la jugada en lo estético, las tomas de refrigeración frontales van abiertas en los Circuit Pack para canalizar el aire hacia las pinzas de freno, mientras que en los normales estas tomas se encuentran condenadas.

Como un coche de carreras

Dentro hay mucho de Yaris, pero estos suman asientos deportivos, volante específico, pedales metálicos y un sinfín de detalles que lo diferencian del resto. Curioso es que cuente con una configuración de cuatro asientos, pero también ten en cuenta que acceder a esas plazas no es tarea fácil (solo se puede hacer por el lado del acompañante y además el asiento no tiene memoria) y que si mides 1,70 de estatura tu cabeza ya tocará el techo.

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Por cierto, su maletero tampoco da para el equipaje familiar con sus 174 litros. Y es que parte de la culpa la tiene su batería, que va en la parte posterior para centrar pesos y porque delante tampoco hay espacio para ella. Por último decir que una bandeja de mayor calidad tampoco hubiera venido mal, porque es literalmente un trozo de tela. Ahora bien, seguro que unos gramos ahorra.

La postura de conducción es perfecta y hasta el pomo se alarga 50 milímetros para que quede más cerca de la mano.

Tres cilindros y 261 CV de potencia

Toyota estuvo más que acertada realizando su presentación en el Circuito del Jarama, donde dar rienda suelta a este juguete es tarea obligada. Nos ponemos en marcha y lo primero que llama la atención es que no suena muy 'gordo' que digamos. Fuera apenas se hace notar y dentro se amplifica el sonido por sus altavoces. Pero no te lleves las manos a la cabeza porque está muy bien conseguido. Las normas anticontaminación tienen la culpa, pues obligan al filtro de partículas y demás componentes que filtran ese sonido a motor de antaño. Tanto es así que aquí este corazón de tres cilindros eroga 261 CV de potencia, cuando en Japón proporciona 272 y para donde incluso se ofrece un sistema de escape aún más deportivo como accesorio.

En las primeras curvas te das cuenta de que su capacidad de tracción es propia a la de un vehículo de competición. Este Toyota GR Yaris utiliza el primer sistema de tracción a las cuatro ruedas (lo denominan GR-Four) desarrollado por la firma nipona en los últimos 20 años. Y se han esmerado contando con el mejor elenco pilotos profesionales para ponerlo a punto. Es perfecto porque en curvas a altas velocidades le permite pisar con gran aplomo a pesar de tener una distancia entre ejes de solo 2.560 milímetros, mientras que en las lentas ayuda a abrir gas con decisión porque la perdida de adherencia no existe a menos que le busquemos las cosquillas claro está. Y es que en este Toyota se puede desconectar el control de tracción y de estabilidad por completo. Faltaría más.

Controlada la distribución entre sus ejes por un embrague multidisco, ofrece tres programas que varían ese reparto en función de nuestras necesidades y que denominan Normal (60:40), Sport (30:70) y Track (50:50). Pero ojo porque también es capaz de llegar a enviar todo el potencial a las ruedas delanteras e incluso a las traseras.

Las unidades Circuit Pack usan a su vez diferenciales autoblocantes Torsen en ambos ejes, que son abiertos en los GR Yaris convencionales.

Además de tener un sistema de tracción prácticamente infalible su chasis es toda una maravilla que te da seguridad desde el primer instante. Curioso es que use de mitad hacia delante la plataforma TNGA de Yaris, mientras que de mitad hacia detrás emplea la TNGA de Corolla o C-HR. Ese detalle le permite apostar por una suspensión trasera independiente, además de que esta última está configurada para poder adaptar su sistema de tracción a las cuatro ruedas.

Divertido y emocionante a más no poder

Toyota Gazoo Racing ha reforzado esta plataforma añadiendo nuevos puntos de soldadura, además de una mayor cantidad de adhesivo (en concreto 14,6 metros más que en cualquier otro Yaris), sin pasar por alto que muelles, amortiguadores, brazos de suspensión, bujes, barras estabilizadoras (por cierto estas últimas son específicas para los Circuit Pack) son prácticamente de competición. Todo ello ayuda a que ofrezca un comportamiento sensacional, permitiendo a su carrocería girar plana en todo momento, pero con el consiguiente contrapunto a la hora de circular por carreteras en mal estado o al pasar los habituales 'guardias tumbados', porque este Toyota GR Yaris es duro… como una auténtica piedra. Y aquellos que sus lumbares les pasen factura que vayan pidiendo cita con el quiropráctico después de cada tramo.

Pero cierto es que este deportivo de bolsillo es un auténtico bólido con el que haces prácticamente lo que quieras. Se agradece su comedido tamaño a la hora de rodar por carreteras de montaña, porque sin necesidad de apurar las líneas de tu carril puedes marcarte tus propias trazadas en curva. Y es que en los últimos tiempos esto era una utopía por la anchura de los vehículos. También sorprende que aún con una distancia entre ejes con apenas 2.560 milímetros (es la misma que en el resto de Yaris) sea muy neutro en curva y estable a altas velocidades, sin pasar por alto que te permite frenar con mucha decisión aún con el coche en pleno apoyo y su eje trasero ni se va a inmutar.

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Frenar también es su punto fuerte gracias a un equipo de mayor tamaño que el utilizado en un Toyota GR Supra. Y es que delante hay discos de dos piezas y con 356 milímetros de diámetro que son mordidos por unas pinzas de cuatro pistones, mientras que detrás hay discos, también ventilados, que tienen 297 milímetros y pinzas de dos pistones. Este equipo es calcado en ambas versiones del GR Yaris, pero les diferencian unas pinzas en color negro para los 'normales' y acabadas en rojo en los Circuit Pack. Un detalle a tener en cuenta es que en estos últimos, las tomas verticales que hay en el paragolpes, junto a la central para el radiador y el intercooler, van abiertas y conducen el aire hacia los frenos delanteros, mientras que están condenadas en los 'normales'.

No te asustes porque su 1.6 Turbo tenga tres cilindros. Bien es cierto que por debajo de 2.500 rpm suena un poco a 'cafetera' y transmite unas vibraciones algo más perceptibles que un cuatro cilindros, pero ya te digo que jamás lo usarás en esa zona salvo para sacarlo del garaje.

Su tamaño y su ligereza le ayudan a ofrecer unas prestaciones de auténtico deportivo, porque anuncia 5,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (no lo han equipado con una función 'launch control' aún siendo manual, detalle que ya ofrecen algunos vehículos como el Ford Focus ST), mientras que su velocidad máxima ha sido limitada a 230 km/h. Y ya te digo que los puede alcanzar con suma facilidad pues en la recta del Jarama, con 879 metros de longitud, llegar al final por encima de los 200 km/h es pan comido.

Pero no es lo que corre este Toyota GR Yaris, sino las sensaciones que transmite gracias a ese motor que ha conseguido la aprobación de la FIA para homologarse en la categoría Rally 2 (la anteriormente conocida como R5). Ya puedes imaginar por donde van a ir los tiros en competición. Por ello han empleado la última tecnología en esta obra de ingeniería que daría como para poder escribir un libro entero.

Tendrás agujetas en tu pie izquierdo y mano derecha

Todo lo hace a la perfección, porque a partir de 2.000 rpm ya empuja con mucha decisión, de forma que te perdona el entrar con una marcha extra en una curva, porque a la hora de abrir gas la entrega de potencia es instantánea y lineal hasta alcanzar las 7.000 rpm. Nos hubiera gustado el que Toyota pusiera alguna luz o indicador que nos hiciera ver que estamos llegamos a la zona roja, porque coquear allí arriba se traduce en diversión absoluta, ayudado por un cambio magnífico que curiosamente proviene de los Toyota Corolla o Toyota Avensis equipados antaño con el corazón 2.2 D-CAT diésel de 177 CV. Reforzado para la ocasión eso sí, además de compartido a día de hoy con auténticos bólidos como los Lotus Exige o Lotus Evora.

Este cambio manual hará que vuelvas a apuntar al gimnasio tu pie izquierdo y tu mano derecha, porque jamás te vas a cansar de utilizarlo, además de que ofrece un programa de conducción iMT que a base de electrónica permite emular un 'punta-tacón' a la hora de reducir de marcha, aunque si estás experimentado ya te habrás dado cuenta que hasta la posición de sus tres pedales y sus formas han sido estudiados para que tu puedas hacerlo de la forma más cómoda y rápida.

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Y es que este Toyota GR Yaris todo lo hace bien y se convierte en uno de los deportivos del momento que todo amante de las sensaciones fuertes quisiera tener en su casa. No en vano en su presentación se atrevieron a decir que estamos ante el 'Grupo B' del Siglo XXI, de forma que en un futuro no dudes que se podría convertir en todo un icono como ha sucedido con los Ford Escort Cosworth o Lancia Delta HF Integrale entre otros.

A incrementar ese aura ayudará el que de la planta que Toyota tiene en Motomachi, Japón, (allí se fabricó también el impresionante Lexus LFA) solo van a salir 25.000 ejemplares de este GR Yaris para todo el mundo, los necesarios para su futura homologación en el Campeonato del Mundo de Rallys.

Cierto es que no es ningún regalo, puesto que en España tiene un precio de partida de 32.900 euros (incluye un actual descuento de 2.000 euros), pero ya te digo yo que no vas a conducir nada tan divertido en tu vida. Y menos por ese precio. Pero si quieres que el capricho sea redondo, lo suyo será pagar los 5.000 euros más que cuesta la versión Circuit Pack, mucho más seria gracias a sus diferenciales Torsen entre otras muchas cosas, y que le convierten a este juguete en un verdadero coche de rallys con matricula. Que es precisamente lo que este Toyota GR Yaris es, de forma que no tardará en convertirse en una auténtica leyenda y que deja claro que la firma nipona va mucho más allá de sus cambios CVT o de sus eficientes vehículos híbridos, de los que debe comercializar a puñados por todo el mundo para que a su presidente se le ocurra dar rienda suelta a su imaginación y desarrollar junto a Gazoo Racing un deportivo que nos traslade a los gloriosos años de Toyota en competición.