El nuevo Volkswagen T-Cross, que ya tuvimos oportunidad de conducir en su última fase de desarrollo el pasado mes de julio, está desarrollado sobre la plataforma MQB A0, la misma de la que ha salido su 'primo', el Seat Arona. Y aunque se podría considerar como un Polo todocamino, visualmente se distingue de este. Sus dimensiones así lo confirman. Mide 4,11 metros de longitud y 1,56 de altura; es decir, 5,4 centímetros más largo que el Polo y 11,2 más alto. Eso ya indica sus mayores pretensiones, que le pueden permitir, incluso, convertirse en un modelo de vocación familiar.

Publicidad
Artículo anteriorSkoda Scala, un vehículo totalmente nuevo que aumenta de tamaño tanto por fuera como por dentro
Artículo siguienteNissan Qashqai 2018, el líder toma impulso y se renueva