Nadie discute el liderazgo del Nissan Qashqai en los últimos 11 años en el segmento de los SUV compactos, pero sí que se está produciendo un cambio en la manera de hacerlo. Hasta hace unos meses el diésel era la gran piedra angular de las ventas, pero en 2019 las previsiones pasan por un 65 por ciento de versiones equipadas con motores de gasolina. Y en esa 'transformación' tiene mucho que decir nuestro protagonista. Se trata de un nuevo bloque de 1,3 litros de cilindrada, desarrollado en colaboración con Mercedes-Benz, y que presume de dos niveles de potencia: 140 y 160 caballos. Lo estrenó la nueva Clase A de la marca alemana y ahora llega al Qashqai, aunque también se extenderá a modelos de Renault como el Kadjar o el Scénic, y el próximo año pasará al Nissan X-Trail.