Y eso es lo que mejor define al nuevo Peugeot Rifter. Para empezar, porque está desarrollado sobre la plataforma EMP2, desarrollada expresamente para los últimos modelos del Grupo PSA -del Peugeot 308 al Citroën C5 Aircross, pasando por el Peugeot 3008 y 5008 o el Opel Grandland X-; con lo que sus genes son claramente los de un turismo. Si a eso se une que la tecnología que incorpora el Rifter -o sus primos el Citroën Berlingo y el Opel Combo– no envidia nada a sus hermanos de gama, con todos los asistentes de conducción que ofrece el grupo francés (puede ofrecer hasta 18 sistemas de asistencia), la afirmación de que estamos ante un turismo sigue tomando forma.