comscore

Peugeot 3008 GT Bluehdi 180 EAT8. Eleva la diversión

A nadie le debe asustar el emblema 'GT' de nuestro protagonista, porque no estamos ante un deportivo de prestaciones exageradas y personalidad radical, sino ante un SUV que permite disfrutar al volante cuando, por ejemplo, afrontamos una retorcida vía de montaña. Si un 3008 básico con motor de 130 CV -se ofrece ese valor tanto en diésel como en gasolina- ya va de cine en ese escenario, el 3008 GT resulta aún más ágil, pues recurre a una suspensión firme que reduce el balanceo al mínimo y monta unos neumáticos de medida 235/50 R19, entre generosos y excesivos. Tener tanta goma en contacto con el suelo viene bien al tomar curvas con buen asfalto -se agarra como una lapa- y al frenar -le hemos medido 52,7 metros para detenerse desde 120 km/h, que es bastante poco-, pero transmite más los defectos de la calzada, lastra un poco las prestaciones y siempre eleva algo el consumo. Lo del gasto de gasóleo no es grave, por más que los 7,3 l/100 km registrados en nuestro recorrido mixto se alejen claramente de los 4,9 oficiales; y el rendimiento en carretera es muy satisfactorio. Pero no hablamos de un 'misil', pues le hemos cronometrado 9,4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y 6,5 para recuperar de 80 a 120 km/h -un adelantamiento típico-, que son valores notables pero no asombrosos. Por ejemplo, el Skoda Karoq 1.5 TSI de gasolina con 150 CV y cambio DSG7 empleó, respectivamente, 9,1 y 6,1 segundos en dichas maniobras. Y es que mientras los 3008 de potencia más baja son realmente ligeros, el 3008 GT, con su diésel 2.0, su caja EAT8 -dos kilos más liviana que la EAT6 anterior-, sus ruedones y su completísimo equipo de serie -hay claras diferencias de aspecto en interior y exterior- se va hasta 1.555 kilos, por los 1.393 del citado Karoq.

Los neumáticos del GT tampoco son idóneos para el campo, donde el SUV de Peugeot se beneficia de una altura libre enorme: casi 22 centímetros. Para ese uso, mejor el GT Line, con llanta 18; o pedir el Pack Motricidad opcional, que apareja el eficaz Grip Control y unos neumáticos M+S que se agradecen con barro, nieve… Pero ojo, porque el agarre sobre asfalto se resiente un poco -curvas al límite y frenadas de emergencia-, y tratándose de una versión 'casi' deportiva conviene meditarlo bien.

A un agrado de uso excelente -el BlueHDi 180 tiene mucho par y empuja siempre, apoyado por una caja EAT8 magnífica por suavidad y agilidad- el SUV francés añade otras muchas virtudes, como un habitáculo amplio -la segunda fila es anchísima, aunque llevamos las rodillas un poco elevadas-, un maletero enorme, un diseño interior muy moderno o una calidad general estupenda, y que con el acabado GT gana enteros.

LA CLAVE

La versión 'top' del 3008 es este GT dotado del motor diésel de 180 CV y el cambio EAT8. Apetecible por mecánica, imagen y equipamiento, aunque yo compraría el GT Line con idéntica mecánica, pues ahorras 2.650 euros y monta unos 225/55 R18 que ya son suficientes. En cualquier caso, un SUV para disfrutar de los viajes.