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El coche eléctrico de Apple se ha cancelado, y su equipo ya tiene un nuevo cometido

El coche eléctrico de Apple, en el que la compañía norteamericana llevaba invertida una década de trabajo, no verá la luz. Jeff Williams, director de operaciones, y Kevin Lynch, vicepresidente a cargo del proyecto, lo comunicaron el pasado martes de forma interna a los cerca de 2.000 empleados que trabajaban en el desarrollo del vehículo, según informa la web Automotive News Europe. La misma fuente asegura que numerosos empleados del Grupo de Proyectos Especiales –el equipo que trabaja en el automóvil– serían trasladados a la división de inteligencia artificial bajo el mando del ejecutivo.

Así que, por lo que parece, los ex desarrolladores del coche eléctrico de Apple se centrarán en proyectos de IA generativa, una prioridad cada vez más importante para la empresa. En este equipo se encuentran también varios cientos de ingenieros de hardware y diseñadores de automóviles, por lo que aunque algunos de ellos pueden ser reubicados en otros equipos de la compañía, otros serán previsiblemente despedidos, si bien no está claro cuántos.

El coche eléctrico de Apple comenzó a fraguarse en 2014

La decisión de cancelar el proyecto es un auténtico mazazo para la compañía, ya que su importancia estratégica resultaba crucial para el crecimiento del gigante tecnológico, que con este proyecto extendería sus tentáculos a un mercado y una industria completamente nuevos pero cada vez más relacionados con el núcleo de su negocio.

Recordemos que la empresa californiana comenzó a trabajar en este proyecto en 2014, si bien lo llevó con bastante discreción –en la medida en la que puede llevarse con discreción un proyecto de semejante magnitud–. Para hacerlo posible, la tecnológica fichó a varios pesos pesados de la industria del automóvil, como el entonces responsable de investigación y desarrollo de Mercedes, Johann Jungwirth (quien duraría en Apple apenas un año y dos meses) o, más recientemente, Luigi Taraborrelli, ex diseñador de Lamborghini. El proyecto del coche eléctrico de Apple recibió el nombre de proyecto Titán, lo que nos da una idea de la importancia estratégica de la iniciativa y los ingentes recursos destinados a sacarla adelante.

Aunque nunca hubo comunicaciones oficiales sobre el coche eléctrico de Apple, se ha especulado con todo tipo de posibilidades en cuanto a su silueta y tamaño. Varias fuentes apuntaban a que podría tratarse de una berlina grande y lujosa, con un buen mercado en EE. UU. y un mayor margen por unidad vendida que permitiría rentabilizar la inversión con mayor facilidad.

coche eléctrico de apple

También se habló de un utilitario urbano, que cuadraría con el carácter práctico y diferenciado de los productos de la tecnológica. Por supuesto, el formato monovolumen familiar y el SUV estuvieron también sobre la mesa, e incluso hubo quien planteó que podría tratarse de un vehículo grande o modular que pudiera tener una función de transporte público.

Sea como fuere, el coche eléctrico de Apple iba a tener un carácter claramente diferenciado al del resto de la oferta del mercado, y casi con toda seguridad ofrecería un alto grado de conducción autónoma, así como navegación guiada por voz.

Los problemas del “titánico” coche eléctrico de Apple

Independientemente de la morfología o el uso del coche eléctrico de Apple, lo cierto es que el proyecto tuvo problemas casi desde el principio, y la compañía cambió varias veces el liderazgo y la estrategia del equipo, según comentan en Automotive News Europe.

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Al parecer, una de las causas de la cancelación podría ser precisamente la dificultad para lanzar un vehículo con un alto nivel de conducción autónoma. Tesla lleva años prometiendo una conducción autónoma real (nivel 3 o superior) que hasta ahora no ha implementado, mientras que otras marcas como Ford han desarrollado la tecnología necesaria y la comercializan en algunos de sus automóviles (como el Ford Mustang Mach-e con funcionalidad BlueCruise), pero restringiendo su funcionalidad para que legalmente sea considerada un nivel 2 “ampliado”.

Según parece, Apple estuvo barajando recientemente la posibilidad de retrasar el lanzamiento del vehículo a 2028 y limitar las especificaciones de la conducción autónoma del nivel 4 al nivel 2 actualmente generalizado en el mercado.

También se habla de problemas en el precio de venta, que podría rondar los 100.000 dólares (unos 92.570 euros), precio que no garantizaría para la compañía unos márgenes de venta elevados, habituales en el resto de sus productos.

En cualquier caso, el coche eléctrico de Apple, conocido también como iCar o AppleCar, no es ni mucho menos el único gran proyecto cancelado por la tecnológica. En septiembre de 2017, Apple aprovechó el lanzamiento del iPhone X para anunciar AirPower, un gran cargador inalámbrico que permitiría cargar simultáneamente el teléfono, los auriculares y el reloj; aquejado de numerosos problemas técnicos, jamás vio la luz.